Una moneda que pierde gradualmente su valor si no se utiliza: eso debería ser el dinero libre según las teorías de Silvio Gesell. Aunque muy poco conocido aún, durante la Guerra Civil española algunos ayuntamientos como Montoro o Porcuna emitieron este tipo de circulante.
A Silvio Gesell, fundador de la Freiwirtschaftslehre (doctrina de la libre economía), se le conoce sobre todo por su apoyo a una moneda que se depreciaría con el tiempo, en intervalos programados, en la que los usuarios irían descontando porciones y a la que se suele llamar dinero de interés negativo o moneda oxidable.
En 1906 Gesell escribió su libro más famoso, El orden económico natural. A diferencia de Proudhon, propuso no resolver la discrepancia entre la decadencia de bienes y la estabilidad de la moneda con las mercancías, sino que le añadió un valor amortizable al mismo dinero: un tiempo de vida limitado o una cuota de descuento de un porcentaje en decremento del valor inicial, para así evitar el acaparamiento de dinero con una demora similar a la de los costos de transporte de las mercancías. Así se evitaba que unos pocos ricos acumularan el dinero, y que obtuvieran una ventaja económica esperando las fluctuaciones del mercado y, en consecuencia, comprando más barato, o incluso generando las fluctuaciones del mercado, y pudieran aumentar artificialmente los precios, lo que es especulación pura.
Un dinero libre debería ser un dinero con un interés negativo, es decir una moneda que gradualmente perdiera su valor. Según dice textualmente Silvio Gesell: “la libre moneda se aceptará por su valor nominal en todas las cajas públicas y transacciones comerciales, siempre que el poseedor haya llenado debidamente las casillas de fechas vencidas con las correspondientes estampillas pro-circulación”.
Aunque en un principio estas monedas estaban destinadas a la reforma de monedas estatales monopolistas, numerosas asociaciones e iniciativas de autoayuda adoptaron la idea para desarrollar sus propias monedas locales en España, Alemania, Austria, Suiza, Argentina, Estados Unidos y Canadá. La mayoría de estas monedas estaban basadas en las teorías de efectivo, al cual se adhería un sello o se establecía un valor inicial en decremento que se especificaba en los ayuntamientos, o bien en una tabla al dorso del billete para su paulatina depreciación.
En Europa todos estos movimientos fueron detenidos prematuramente mediante medidas legales de las autoridades monetarias. En Estados Unidos, sin embargo, donde no hubo impedimentos legales, estas monedas vivieron un momento francamente interesante en lo que se refiere al estudio de monedas complementarias con o sin interés negativo.
Por su parte, España contribuye con una enorme cantidad de billetes y monedas de funciones de todo tipo muy poco estudiados sobre todo en lo que se refiere a la moneda oxidable, de interés negativo, como pasa con las monedas y billetes del Ayuntamiento de Montoro de Córdoba.
Es curioso el hecho de que estas monedas existan en España y sean tan desconocidas, que no se hayan comentado más y que no se hayan llevado a cabo experimentos en la actualidad estudiando su eficacia en universidades e instituciones académicas. Los ejemplos de Porcuna, Montoro, etc. son bellos ejemplos de este dinero local con un interés negativo, que además coinciden en el tiempo con la “Libre Moneda” argentina de Silvio Gesell de 1936.
En España es bien conocido el hecho de que la falta de moneda fraccionaria durante la Guerra Civil hizo que numerosos pueblos emitiesen sus propias monedas, y entre los años 1936 hasta 1939 hay numerosos ejemplos de billetes locales, tanto de moneda social como de moneda local fraccionaria y de moneda con interés negativo. Son, sin embargo, mucho menos conocidas las monedas sociales y la moneda oxidable española.
La inmensa mayoría de los billetes españoles de moneda local son moneda fraccionaria, debido a la falta de moneda de cambio por el acaparamiento de los particulares y la utilización industrial de la moneda metálica por la República, con la consiguiente desaparición de las monedas de plata y cobre. La nula eficacia de las autoridades monetarias para paliar esta escasez, la multiplicación de respuestas particulares y municipales y, por supuesto, las numerosas fracciones políticas, contribuyeron a la proliferación de las monedas y los billetes municipales.
Sirvan aquí para reflexiones más profundas las imágenes de dos o tres billetes españoles con interés negativo de 1936. Unos billetes del Frente Popular durante la Guerra Civil de pueblos como Porcuna (1 peseta de septiembre de 1936) o Montoro (Cédula de trabajo al portador de 5 pesetas, etc.). Un dinero independiente de un municipio español. Con su pueblo y su alcalde y su propio dinero. Un dinero libre. En la imagen: Montoro, 1936. Córdoba. 1 peseta. “Schwundgeld Español” de la colección del Profesor Wilko von Prittwitz (www.BilletesMunicipales.com ) UNED. Madrid.
Los billetes y cédulas de trabajo del Ayuntamiento tuvieron una función claramente socioeconómica y en el futuro habrá que dedicar estudios más concienzudos a esta moneda “Schwundgeld español”.
Estos billetes son producto de los bienes incautados y las fincas ocupadas. Es decir, los billetes tienen un valor en productos, en tierra, en fincas, en olivos, aceite y demás. Al final todo es dinero: la misma tierra se vende y se comercia de siempre.
Poco se ha estudiado y ya es hora de que sea rescatado del baúl de los recuerdo un billete con tales implicaciones. El comité del Frente Popular Local de entonces lo tenía claro: solamente un dinero que represente el trabajo del portador, menos la amortización y según la fecha de cambio, tiene su razón de ser como un dinero libre de intereses bancarios y políticos, un dinero que devuelva el poder económico y financiero al pueblo. Véanlo aquí a continuación. Este es el dinero que entendemos que ha comprendido el valor del trabajo en relación a los productos, jornales y demás pagos, dentro de un término, y debería ser de admisión obligatoria para todas las transacciones. Por toto ello, estamos ante el primer “Schwundgeld español” conocido, el del Ayuntamiento Constitucional de Montoro.
Prof. Wilko von Prittwitz
UNED, Madrid
www.wilko.tv; www.BilletesMunicipales.com
Imágenes: colección del Profesor Wilko von Prittwitz (www.BilletesMunicipales.com ) UNED. Madrid