En la tercera emisión de diez euros en plata dedicada a las provincias austriacas le toca el turno a la Baja Austria, donde conviven industria y agricultura con parajes naturales como el valle de Wachau.
La casa de la moneda de Austria sacó al mercado el pasado 15 de mayo la tercera de las monedas de las nueve que forman su serie dedicada a las provincias federales austriacas. Además de tratarse de piezas conmemorativas en plata de alta calidad, uno de los aspectos que contribuyen al encanto de esta serie es que el diseño del reverso ha sido realizado a partir de dibujos realizados por niños sobre su provincia.
El pasado año hicieron su aparición las piezas dedicadas a Estiria y a Carintia, y a partir de ahora podemos tener en nuestras manos la que homenajea a la Baja Austria. La primera de las monedas combinaba un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como es el castillo de Eggenberg y el centro de Graz, con las manzanas, calabazas y el bosque que han hecho de esta región “el corazón verde de Austria”.
Carintia fue representada por una de sus aportaciones al patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, la cetrería, mientras que en el reverso se reconoce al mítico dragón Lindwurm de Klagenfurt, junto con las cabras monteses o el lago Wörthersee. Les acompañan el nombre de la región en alemán y en esloveno, dado que este idioma es habitual en las escuelas de la región por la vecindad geográfica.
La emisión más reciente, dedicada a la Baja Austria, recuerda la combinación de agricultura e industria que forma la riqueza económica de la región, pero sin olvidar los deliciosos parajes naturales de los que se puede disfrutar en ella, representados por el valle del Wachau, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Cada una de las monedas tiene un valor facial de 10 euros, está acuñada en plata de 925 milésimas y tiene un peso de 17,30 gramos, con un módulo de 32 milímetros. Toda la emisión se presenta en calidad proof.