La Royal Mint presenta un conjunto de seis monedas conmemorativas que recogen distintos aspectos del conflicto. Es el primero de una serie que continuará en los próximos cuatro años, hasta celebrar el centenario del armisticio.
La moneda, reflejo de la sociedad, sirve una vez más de soporte para conocer y recrear la historia. Esta es la idea con la que se presenta el nuevo programa de monedas conmemorativas de la British Royal Mint dedicado a la I Guerra Mundial que se desarrollará en cinco años y que aspira a recordar diferentes aspectos de ese conflicto bélico hasta llegar al armisticio.
Cada año, hasta 2019, harán su aparición seis monedas dedicadas a diferentes temas clave: batallas, las fuerzas armadas y los servicios de apoyo, los avances tecnológicos de la época, el impacto cultural de la guerra y las historias de algunos héroes. El resultado final, la colección completa, pretende ser un reflejo del discurrir de la guerra.
Ya conocemos el diseño de las seis primera monedas, las de 2014, cada una de ellas con un valor facial de cinco libras. Comenzamos con la pieza que honra a la Fuerza Expedicionaria Británica, obra de John Bergdal, quien pretendía capturar el optimismo de los primeros soldados que partían hacia Francia.
El frente civil ha sido reflejado por el artista militar David Rowlands en la figura de una mujer solitaria trabajando en el campo. De este modo intenta rendir homenaje al papel de las mujeres que tuvieron que asumir los puestos de trabajo que dejaron vacantes los hombres y trabajar muy duro durante la contienda.
Del mismo artista es la moneda dedicada a la Marina Real, que presenta unas maniobras de tiro en el mar.
Walter Tull, el primer oficial negro de las fuerzas armadas británicas, es el héroe al que ha querido rendir homenaje con su moneda del artista David Cornell, que presenta también en su diseño la amapola, símbolo de la conmemoración.
La pieza diseñada por David Lawrence ahonda en el papel de la propaganda en la guerra, y se basa en diseños reales de aquella época.
Por último, Edwina Ellis ha elegido hacer hincapié en los avances tecnológicos que se vieron en la contienda, eligiendo para ello el obús.
Todas estas monedas presentan en su anverso el preceptivo retrato de la reina Isabel II.
Los conjuntos se presentan acompañados de información detallada sobre el tema tratado en cada moneda, el diseño y el artista y en ediciones limitadas.
Los coleccionistas podrán elegir entre la acuñación en plata de 925 milésimas, de la que se fabricarán un total de 1914 estuches, o la de oro de 22 quilates, con tan solo 20 unidades.
Fotos: gentileza Royal Mint.