Las más de dos mil piezas descubiertas casualmente por unos buceadores en el puerto de Cesarea convierten este hallazgo de monedas de oro en el mayor recuperado hasta ahora en el país. Las piezas se fechan entre los siglos X y XI y fueron acuñadas en Sicilia, Egipto y el norte de África.
La Israel Antiquities Authority ha dado a conocer el reciente descubrimiento de un importantísimo hallazgo monetario de época fatimí; de hecho se trata del mayor tesoro de monedas de oro recuperado nunca en el país.
El hallazgo fue realizado de forma casual por unos buceadores en las aguas del puerto del Parque Nacional de Cesarea. En un principio, creyeron que se trataba de alguna ficha de un juego, pero al darse cuenta de que eran auténticas monedas de oro dieron parte a las autoridades arqueológicas competentes, quienes con la ayuda de un detector de metales consiguieron recuperar las cerca de dos mil piezas que forman el hallazgo. Al parecer, las monedas habrían salido a la superficie del fondo marino al removerse éste tras alguna tormenta.
Al tratarse de monedas de oro, su conservación es excelente ya que este metal noble no se ve alterado por el agua y no se ha necesitado someterlas a ningún tipo de tratamiento de limpieza o conservación. Por supuesto, hay piezas con un cierto grado de desgaste, frente a otras casi sin circular, e incluso se observan en algunas marcas de dientes, que evidencian la costumbre de morderlas para comprobar su autenticidad.
El conjunto está formado por dinares, medios dinares y cuartos de dinar acuñados por distintos califas de la dinastía fatimí. La pieza más antigua es un cuarto de dinar acuñado en Palermo (Sicilia) en la segunda mitad del siglo X d.C. La mayoría de las monedas pertenecen a las emisiones de los califas al-Hakim (996-1021 d.C.) y su hijo al-Zahir (1021-1036 d.C.) realizadas en cecas de Sicilia, Norte de África y Egipto. No se ha documentado ninguna moneda acuñada por otras dinastías islámicas más orientales. Según los expertos israelíes, habrían permanecido en circulación tras la conquista por los Cruzados, especialmente en las ciudades portuarias.
El lugar del hallazgo implica que lo más posible es que este conjunto de monedas proceda de un naufragio y por la cantidad de monedas se piensa que podría tratarse de una nave oficial. Según Kobi Sharvit, director de la sección de arqueología submarina de la autoridad para las antigüedades israelí, esto tesoro podría ser el salario de la guarnición fatimí establecida en Cesarea, aunque tampoco se descarta que pudiera proceder de una nave comercial importante que realizara sus transacciones a lo largo de diferentes puertos del Mediterráneo.
Una tercera posibilidad es que se tratara del pago de los impuestos por parte de los habitantes de la ciudad. A este respecto, en la nota de prensa se recuerda la mención del geógrafo Ibn Jubayr acerca de que los musulmanes residentes en el asentamiento debían pagar al estado fatimí la mitad de su producción agrícola en la época de la cosecha, además de una tasa de un dinar y cinco quilates, es decir, un dinar y un quinto de dinar aproximadamente.
También se han sacado a colación los documentos de la Genizá de El Cairo, fechados en los siglos XI-XII, que nos cuentan que la comunidad judía pagó por el rescate de prisioneros judíos de Ascalón que habían sido llevados a Egipto, y su vuelta a Israel, alrededor de quinientos dinares.
Sin duda la excavación arqueológica de la zona donde se recuperaron las monedas, que se está valorando, ayudaría a entender el contexto arqueológico al que realmente pertenecen y a validar o no todas estas hipótesis.