Ocurrió cerca de la Iglesia barroca de San Ildefonso o de San Juan Bautista y a unos metros de la Catedral gótica de Santa María de Toledo. Exactamente en el número 1 de la calle Alfonso X el Sabio sede de la Agencia Tributaria de la Capital de Castilla-La Mancha.
Fue a principios de este verano cuando se iniciaron unas obras de investigaciones arqueológicas en el subsuelo de la Delegación de Hacienda toledana. Y ya se sabe, cuando se excava en un caso histórico como el de la Ciudad Imperial, o el de Córdoba, Granada, Mérida, Valencia y un largo etcétera, lo más seguro es que se encuentre algún hallazgo arqueológico.
En este caso fue de nuevo un hallazgo numismático, un conjunto de veinticinco monedas de bronce de época bajo imperial, segunda mitad del siglo IV d.C. Según informaron las autoridades locales se tratan de monedas de bronce, en las que aparecen los bustos de los emperadores Constancio II y Valentiniano II y “figuras de dos caballos y un perro…”
Según la hipótesis de los arqueólogos encargados del estudio de las piezas, todo indica que hace 17 siglos alguien ocultó deliberadamente estas monedas en uno de los momentos más convulsos y problemáticos del Imperio Romano en Occidente, pues en aquella época aumentó notablemente la presión fiscal para el pago del ejército, la burocracia y las numerosas guerras civiles entre los pretendientes al título de emperador así como para el mantenimiento de las nuevas tropas bárbaras encuadradas en el ejército romano.
El lugar donde han aparecido formaba parte del complejo de las termas públicas de la ciudad romana de Toletum que, poco a poco, están saliendo a la luz gracias a este tipo de excavaciones arqueológicas.
Probablemente se traten de centenionales de bronce de ambos emperadores. Por lo que respecta a Constancio II (emperador del 337 al 361 d.C.), cuyo busto aparece en el anverso de la moneda de la fotografía, fue frecuente la acuñación de piezas con su figura a caballo en el reverso lanceando a un enemigo bárbaro, o a un soldado romano en la misma acción bélica. Otro de los reversos que aparecen en sus reverso era el de la loba capitolina hacia izquierda amamantando a Rómulo y Remo, arriba dos estrellas de ocho puntas, leyenda ROM y anepígrafa, bronces conmemorativos de la ciudad de Roma (330-348 d.C.), acuñadas después de la fundación de Constantinopolis en tiempos de Constantinus I Magn y de sus hijos Constantinus II, Constans y Constantius II.
Por lo que se refiere a las piezas de Valentiniano II (emperador 375-392 d.C.), también son frecuentes las imágenes de lucha a caballo en sus reversos.
De ahí la primera apreciación de los que realizaron el hallazgo y el informador del Ayuntamiento toledano haciendo referencia a imágenes de “caballos y perros” en los reversos de las monedas de bronce.