El Museo Casa de la Moneda acoge los trabajos realizados por los alumnos de la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico de la FNMT-RCM. Hasta el 9 de septiembre pueden acercarse a las obras gráficas en diferentes técnicas de los que serán los grabadores de moneda del futuro.
La tradición formativa de la Real Casa de la Moneda, que podríamos remontar a los tiempos de Tomás Francisco Prieto allá por mediados del siglo XVIII, tiene su plasmación en la actualidad en los dos planes de estudio que se imparten. Por un lado, la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico, en funcionamiento desde 1990, y por otro el Máster en Medios de Impresión Gráfica, Ilustración y Acuñación Artística, que se desarrolla en colaboración con la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Castilla-La Mancha. Los trabajos realizados por alumnos de ambos estudios se exponen desde el 11 de julio en las salas de exposiciones temporales del Museo Casa de la Moneda de Madrid, en una muestra que lleva como título “Tinta de Verano” y que ya va por su tercera edición.
El acto de inauguración de la exposición contó con la participación en primer lugar de Juan Teodoro Vidal, director del Museo Casa de la Moneda, al que siguió Amparo Mercedes Lezano, profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha, y concluyó con la alocución de Jaime Sánchez Revenga, director de la FNMT-RCM. Todos ellos incidieron en la importancia de la formación técnica de estas nuevas hornadas de artistas, así como en la calidad de los trabajos expuestos.
En relación con las anteriores ediciones de la muestra, se ha ampliado el espacio expositivo para dar cabida a una mayor cantidad de obras, y es que la calidad de los trabajos realizados por estos jóvenes merece ser admirada. Las primeras salas están dedicadas a los modelos de monedas, con troqueles y moldes en escayola para diseños de piezas de dos euros, por ejemplo, así como un proyecto completo de serie conmemorativa con monedas de 10 euros dedicada a las siete artes, que estaría compuesto por siete piezas con los retratos de algunos de los mejores representantes españoles de cada una de las disciplinas. Así es posible ver el retrato de Camarón en la moneda dedicada a la música, o el del escritor Juan Goytisolo representando la literatura.
Hay que resaltar la inventiva que derrochan estos jóvenes artistas a la hora de enfrentarse al diseño y grabado de una moneda, ya que el cospel resulta un formato muy condicionante. Además, el hecho de que la moneda sea un documento oficial de un estado marca y reduce los temas, y si a todo esto le añadimos la dificultad técnica que conlleva el grabado a buril de los cuños, no nos queda sino rendirnos ante la maestría y el arte de los buenos grabadores de moneda.
Algo muy diferente es la medalla que, a tenor de lo que estamos viendo en las propuestas de estas últimas exposiciones, poco parecido tiene ya con la moneda, ni en forma ni en contenido. Todas las obras recogidas en este apartado tienen más que ver con escultura que con la numismática, lo que nos hace plantearnos la cuestión de si quizás habría que cambiarles el nombre y denominarlas más propiamente, o según las clasificaciones del arte más “antiguo” o “clásico”, placas o relieves.
También es posible contemplar los trabajos realizados por estos alumnos en las disciplinas de pintura, grabado, fotografía o diseño gráfico y ciertamente puede decirse que detrás de ellas hay mucho trabajo y también mucho talento.