Éxito de la subasta de Cayón en Madrid

Éxito de la subasta de Cayón en Madrid

Éxito de la subasta de Cayón en Madrid 250 122 admin

La moneda española de oro, estrella de un remate que se saldó con un altísimo porcentaje de ventas y subidas espectaculares. Dos jornadas de subasta con gran afluencia de público e interesantes pujas acordes con la excelente calidad de las piezas ofertadas.

Con numerosa asistencia de público y enorme expectación en el mundo del coleccionismo, los pasados jueves y viernes en Madrid se celebraron las dos subastas organizadas por Cayón. Fueron casi cinco mil lotes los que se remataron a lo largo de las cuatro sesiones en las que se dividió la puja, empezando por la selección de moneda española que salió a subasta el jueves en los salones del Hotel Ritz. En primer lugar hay que señalar el altísimo porcentaje de lotes vendidos que superó el 90%. Sorprendentemente, el capítulo dedicado a las series de los Reyes Católicos, a priori uno de los más interesantes, ya que presentaba una completísima oferta con ochenta lotes, fue el que registró un menor porcentaje de ventas, aunque sin bajar del 80%. En cualquier caso, se vieron también subidas considerables, como en algunos dobles excelentes (lotes 32, 64 o 78), rematados entre 2150 y 2300 euros. Con los Borbones comenzaron a salir las espectaculares onzas que jalonaban el recorrido numismático por la moneda moderna española. Destacaban por su precio dos ejemplares de Fernando VI, el primero de ellos (nº 85) acuñado en la ceca de Madrid en 1749, con un busto del monarca de extraordinario barroquismo, en excelente estado de conservación y rarísimo, que salía a la venta a partir de 12000 euros y se adjudicó finalmente en 14500.Del taller de Méjico procedía la onza nº 87 (en la portada de esta nota), fechada en 1747, cuyo precio inicial en la puja era de 16000 euros y que se remató en 18000.Otro de los capítulos que tuvieron una excepcional acogida entre los coleccionistas fue el de las emisiones de Carlos III, donde se vieron espectaculares subidas en el caso de algunas de las magníficas onzas que podían encontrarse entre los más de 350 lotes que componían la oferta de esta sección. Así pudo verse cómo el lote nº 259 pasaba de los 1000 euros de salida a los 2700 de remate, o el nº 281 subía desde 1500 euros hasta ser adjudicado en 4250, aunque posiblemente la mayor alza fue la protagonizada por el lote nº 325, cuatro escudos de Popayán de 1777, con un precio en catálogo de 550 euros y que finalmente se vendieron por 5000.También fueron bien recibidas las piezas de plata, como los ocho reales acuñados en Lima en el año 1771 (lote nº 99), con un error en la leyenda de anverso -HIAPSN, en lugar de HISPAN- con un precio en catálogo de 4000 euros y rematados en 6500.Sin embargo, las medallas de proclamación en las que nos habíamos fijado por su rareza y alto precio, como la nº 290 de Oaxaca, o las de Carlos IV de Guadalajara (lotes 490-491), no se vendieron. Con Carlos IV continuaron las buenas ventas, especialmente en el caso del oro, aunque los precios alcanzados no fueron tan altos como los de su antecesor. También se vieron subidas tan notables como la de la onza nº 456, acuñada en Guatemala, que salía a la puja por 3000 euros y se adjudicó en más del doble, 7000. Algo más floja estuvo la sección dedicada a José I, varias de cuyas piezas de mayor precio quedaron sin vender, y no se vivieron subidas llamativas. Así, el ejemplar de 80 reales de Madrid que salía con el nº 812, solo consiguió alzarse 100 euros con respecto al precio de salida, siendo adjudicado en 1300. El reinado que contaba con mayor representación en este catálogo era el de Fernando VII, nada más y nada menos que con 626 lotes de los tres metales y en los más variados precios. En oro, habíamos puesto nuestra atención en una onza acuñada en el Cádiz de 1811 (lote nº 844), con un precio inicial de 2800 euros, que se ha vendido en 4750. Una notable subida se vio en el lote nº 1100, onza madrileña que se despegó de los 2200 de partida hasta alcanzar los 4100 y tampoco son despreciables los 5400 euros en que se vendió la nº 1309, que partía de 3000. Por lo que respecta a la plata, buenas ventas en porcentaje pero menores subidas que en el oro, como puede notarse en el hecho de que muchas de las piezas de mayor valoración se quedaran en su precio de salida. También impresionante por cantidad y variedad era el capítulo de Isabel II, con algunas piezas de excepcional calidad. Hay que anotar, sin embargo, que buena parte del magnífico conjunto de monedas fabricadas en el Departamento de Grabado de Madrid (lotes 1598 en adelante) quedó sin vender. De este modo, los rarísimos 10 escudos sevillanos de 1866 (lote 2000), rematados en 7150, se convirtieron en la moneda más cara de esta sección. Del periodo final del siglo XIX, podemos destacar la buena acogida que tuvieron las monedas de cinco pesetas de Carlos VII (lotes 2025-2027), especialmente el último de ellos que subió desde los 1800 euros de salida hasta 3400. El lote de mayor precio de la subasta lo encontrábamos entre las emisiones de Franco, un ejemplar de cinco pesetas del año 1949 *19-52 (lote nº 2241) que partía de 30000 euros y se ha adjudicado en la nada despreciable cantidad de 36000. Por lo que respecta a la subasta rápida que tuvo lugar en los salones del Hotel Convención el viernes 16, en el marco de la convención numismática mensual de AENP, podemos resaltar la gran afluencia de público y de nuevo, el éxito de ventas que casi alcanza el 90% de los lotes. En la sección de moneda extranjera, no sorprendió la buena acogida de la moneda china, de la que se remataron varias piezas de las diferentes series de pandas, con un precio medio de salida de 900 euros y que se adjudicaron con precios entre 1100 y 3800 euros. Últimamente, parece que este capítulo es el que depara mayores sorpresas en las subastas españolas y en esta ocasión también se vivieron subidas muy llamativas, como ocurrió con el lote nº 3077, 20 centavos cubanos que partían de un precio de 120 euros y se adjudicaron en 1850, o las monedas indias nº 3136 y 3137, que multiplicaron por diez los 100 euros del catálogo. A continuación, el apartado de moneda antigua tuvo de nuevo buenos resultados en el porcentaje de piezas vendidas pero pocas subidas. En lo que respecta a la moneda hispánica, tuvieron muy buena salida los denarios celtibéricos, como es habitual, con subidas como la del acuñado en Arsaos (lote nº 3368) que pasó de 40 iniciales a 500 de remate. La sección de notafilia contaba con ejemplares de calidad más que notable y una enorme variedad de emisiones que comprendían desde el último cuarto del XIX hasta los actuales euros. Sin duda la joya de este apartado era el lote de documentación (nº 3420) que originaron las negociaciones entre el Banco de España y la American Bank Note Company, y que daría lugar a la emisión de billetes españoles de julio de 1876, un conjunto que merecía pasar a los fondos de un museo de historia monetaria, pero que, lamentablemente, ha quedado sin vender. De nuevo las ventas se recuperaron con la llegada de la moneda hispánica en la sesión de tarde, con piezas que podían competir en calidad con las de la subasta anterior y así lo entendieron los coleccionistas que respondieron con sus pujas hasta lograr el gran éxito que han sido estas dos subastas.

Autor/a: Redacción

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