La próxima subasta por correo de la firma bilbaína, que se cierra el próximo 23 de febrero, nos ofrece además de su habitual oferta de emisiones extranjeras, un interesante conjunto de onzas de los Borbones.
Un total de 927 lotes forman el catálogo de la nueva subasta por correo de Numismática Lavín, la veterana firma de Bilbao, que discurre ya por su septuagésima primera edición. De nuevo la variedad es la característica dominante de esta oferta, que se inicia con moneda antigua y termina con las emisiones más contemporáneas.
De la moneda griega y romana podemos destacar los denarios republicanos e imperiales, aunque la sección de moneda antigua se inicia con el capítulo de moneda hispánica, donde es posible encontrar un buen surtido de denarios, como el de Kese (lote nº 21), con salida en 375 euros.
Casi todas las etapas de la historia monetaria española se encuentran representadas en el catálogo, si bien las secciones más importantes son las de moneda moderna y contemporánea, especialmente a partir de la llegada al trono de la dinastía de los Borbones. Entre las piezas de plata podemos señalar el duro de Méjico de 1747 a nombre de Felipe V (lote nº 140: salida en260 euros), pero a lo que hay que prestar atención es al numeroso conjunto de onzas que se ofertan.
Entre las más destacables, y por orden cronológico, señalaremos la acuñada por Fernando VI en Lima en 1751 (lote nº 150), cuyo precio de salida es de 1800 euros.
De Carlos III, las piezas de ocho escudos batidas en Méjico en 1773 (lote nº 170) y Potosí en 1783 (lote nº173), salen a la puja a partir de 1300 euros cada una.
Sin embargo, el ejemplar más reseñable de este reinado es la onza sevillana acuñada en 1787, que sale a subasta con el nº 175, con una puja mínima de 1600 euros.
El destacable conjunto de ocho escudos acuñados en las cecas de ultramar durante el reinado de Carlos IV aparece encabezado por la onza de Potosí de 1790 (lote nº 199), cuyo precio en catálogo es de 1600 euros.
Terminamos con las piezas de Fernando VII, a quien debemos la acuñación, entre otras, de la onza limeña de 1817 (lote nº 236) con salida en 1125 euros, y de la batida en Potosí en 1822 (lote nº 242), con puja mínima en 1400 euros.
La oferta de moneda española continúa hasta el reinado de Juan Carlos I, incluso ya entrado el siglo XXI, a lo que habría que añadir el capítulo de fichas y medallas, si bien en este se encuentra también alguna pieza extranjera.
Y para concluir, el apartado de moneda extranjera que en sus diferentes capítulos sacará a subasta cerca de quinientos lotes, entre moneda de oro, emisiones de diferentes metales y valores, así como estuches y sets. Una vez más, la variedad es la nota predominante y quienes hayan manejado en más de una ocasión los catálogos de Lavín, sabrán que gracias a ellos es posible hacer un recorrido numismático por los más exóticos países del mundo, incluidos aquellos que difícilmente acertamos a situar en el mapa.
Por último, recordarles una vez más que por motivos de agenda, la subasta no se celebra el día siguiente a la convención de Bilbao que también organiza Lavín, el día 15 de febrero, como es costumbre, sino que ha debido trasladarse al siguiente sábado día 23 de febrero.