Terminó la subasta de julio de Áureo & Calicó

Terminó la subasta de julio de Áureo & Calicó

Terminó la subasta de julio de Áureo & Calicó 500 261 admin

Ayer tarde tuvo lugar el remate de la firma barcelonesa, el último antes del verano, con un altísimo porcentaje de ventas en cada uno de los capítulos que componían la variada oferta de monedas, medallas, billetes y sigilografía.

Una vez más, en la tarde de ayer miércoles 4 de julio, el palacete de la Plaza del Ángel acogió la subasta en sala de la veterana firma barcelonesa Áureo & Calicó. Se trata del último remate de esta empresa que celebrarán antes de las vacaciones de verano y también el último recogido en el calendario de subastas de AENP.

La oferta que se sometía en esta ocasión al veredicto del martillo destacaba por su variedad, ya que, además de monedas y billetes, presentaba capítulos menos habituales como pueden ser los dedicados a medallística y sigilografía. Hay que resaltar el altísimo porcentaje de ventas de todo el catálogo que rondó el 90%.

De los remates más destacados, podemos comenzar por la sección de moneda antigua, en la que encontramos el denario nº 77 que presenta en anverso y reverso los retratos de Marco Antonio y Augusto, cuyo precio de salida era de 500 euros que casi se cuadruplicaron en la puja, hasta ser adjudicado en 1900.

Mucho más alta porcentualmente fue la subida experimentada por otro denario, en este caso ya imperial, con los retratos de Augusto y Tiberio (lote nº 82) que pasó de 250 euros en catálogo a los 1250 de adjudicación.

Entre la moneda hispánica, la palma se la llevó una de las dracmas emporitanas de caballo parado, en concreto la nº 147, que salía a la puja por 3500 euros y se remató en 3600. Aunque la subida no fue alta, es el lote de mayor precio de este capítulo.

En lo que se refiere a moneda visigoda, un apartado de solo siete lotes pero con piezas muy interesantes, destacan las adjudicaciones del tremis de Chintila en Toledo (lote nº 162), que pasó de 1500 en catálogo a 2600 de remate, y de Witiza de la misma ceca (lote nº 163) cuya salida estaba en 2000 euros y alcanzó los 3600.

Las monedas medievales cristianas se mantuvieron en precios moderados, adjudicadas en su precio de inicio, aunque con alguna subida reseñable, como la del muy raro sexto de real acuñado por Juan II en Burgos (lote nº 263), que pasó de 900 euros en catálogo a 1900 de remate, o la del real “de busto” de Enrique IV, batido en Sevilla (lote nº 268) cuyo precio de salida era de 450 euros y alcanzó en la puja los 1100.

Continuamos con la plata en este repaso de los remates más destacados, para fijarnos en el el rarísimo real acuñado en Lima para Felipe II (lote nº 317), que se subastaba a partir de 1500 euros, cuya adjudicación se fijó en 2900, casi el doble. El duro de la misma ceca, también de Felipe II (lote nº 324) subió desde 900 a 1500 euros y otro duro del mismo monarca, aunque batido en Segovia (lote nº 326), pasó de 800 a 1300.

El oro recuperó su protagonismo con las monedas de los borbones y así pudo verse cómo los cuatro escudos sevillanos de Fernando VI del año 1749 (lote nº 388) se adjudicaban en 2900 euros, y la onza limeña de este mismo soberano (lote nº 389), en 2800.

Buena acogida tuvieron las piezas áureas de Carlos III, que obtuvieron subidas notables con respecto a sus precios de salida. Como ejemplo, las onzas limeñas (lotes nº 425-429), vieron cómo los 2000 euros de salida de la primera se convertían en 3400 y especialmente, los 1800 de la nº 426 pasaban a 4200 de remate. En la misma línea de subidas se situaron el resto de monedas de oro de este monarca de otros talleres.

Llegados al siglo XIX, las onzas acuñadas para Fernando VII también subieron ligeramente, como la nº 553, rematada en 1000 euros frente a su inicio en 800, y, sobre todo, la acuñada en Méjico en 1810 (lote nº 560), que subió desde 900 euros en catálogo a 1600 de adjudicación.

Avanzando en el tiempo, nos encontramos con la prueba no adoptada para la moneda de cinco céntimos de Alfonso XIII realizada en 1930 para (lote nº 607), que salía en 3000 euros y alcanzó en la puja los 3400.

Pero donde se realizaron las adjudicaciones porcentualmente más altas fue en el amplio capítulo de moneda extranjera, en el que salían a subasta un centenar de lotes. Para empezar, el dólar chino que salía con el nº 642 casi multiplicó su precio por diez, esto es, pasó de unos modestos 150 euros de catálogo a 1300 de remate. De 600 a 1300 subió el dólar estadounidense (lote nº 650) del año 1851 y en 1500 se vendió la pieza de cien dólares en platino que salía con el nº 657.

Por último, queremos destacar el buen resultado obtenido por los lotes de conjunto, especialmente los que contenían dracmas emporitanas (lotes 749-751), que habría que analizar en relación con el capítulo de moneda hispánica. Así, el lote nº 751, formado por ocho dracmas emporitanas, se remató en 4600 euros, muy por encima de los 1300 de salida.

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