Músico, filósofo, amigo de Voltaire y de Bach, acusado de masón y homosexual, el monarca prusiano es uno de los máximos exponentes del despotismo ilustrado. Una de las primeras emisiones conmemorativas alemanas de este 2012 recuerda los tres siglos de su nacimiento.
Federico II de Prusia fue uno de los monarcas más importantes de su tiempo y una figura apasionante desde muchos puntos de vista. En 2012 se cumplen trescientos años desde su nacimiento en Berlín en 1712. La República Federal de Alemania ha querido recordar esta fecha con la emisión de una moneda conmemorativa, la primera en plata de su programa para este año. La moneda presenta en el anverso el retrato del rey basado en el realizado por el pintor Johann Georg Ziesenis. Le rodea una leyenda en dos líneas que reza: “300 GEBURSTAG 1712-1786” (trescientos aniversario), con los años de su nacimiento y de su muerte, acontecida en su amado palacio de Sans Souci, en Potsdam, y en la parte interna, una de las frases más conocidas que se le atribuyen: “IN MEINEN STAAT KANN JEDER NACH SEINER FASSON SELIG WERDEN”, que puede traducirse como “En mi estado, cada uno puede encontrar su propia salvación”. El canto de la moneda también muestra labrado otro de sus lemas: “MICH MEINEN MITBÜRGERN NÜTZLICH ERWEISEN”, que alude a su objetivo de ser útil a sus conciudadanos. Ambas leyendas resumen muy gráficamente la mentalidad propia del despotismo ilustrado que representó como pocos este monarca. La otra cara de la moneda nos presenta la característica águila prusiana, emblema del actual estado alemán, con el nombre del país, el contenido en plata, la fecha de acuñación -2012- y la marca de ceca A, correspondiente a Berlín. Esta pieza, de la que está prevista una tirada de alrededor de 240000 unidades, está acuñada en plata de 625 milésimas y cobre de 375. Su peso es de 16 gramos y el módulo de 32,5 milímetros. También se realizará una emisión en cuproníquel. El valor facial de la moneda es de 10 euros y estará disponible a partir del 9 de febrero.
Autor/a: Redacción