La editorial OMNI saca a la luz una nueva obra de moneda andalusí, etapa de la moneda española que, como menciona R. Arroyo en el prólogo, mantiene una buena salud envidiable desde finales del siglo pasado.
La moneda handusí en al-Andalus. The Handusí Coinage of al-Andalus, por David Francés Vaño, ed. OMNI, Montpellier 2012, 157 págs.
El libro está estructurado en Prólogo (Rafael Arroyo Ilera), Introducción, Catálogo, Otras Acuñaciones (monedas fatimíes), Fotos, Glosario de términos, Bibliografía y Agradecimientos. La edición, bilingüe español/inglés, es muy correcta y cuidada, con imágenes en color y atención a los signos diacríticos (cuestión ésta siempre discutida) de las transcripciones de los nombres y términos árabes.
Si se considera que el Catálogo ocupa desde la página 18 hasta la 151 (incluidas las láminas) no es equivocado resaltar la importancia que éste tiene en el conjunto de la obra con secciones de Califato, Reinos de Taifas (sin duda lo mejor de todo el catálogo) Almorávides, Anónimas y Taifas almorávides. La utilidad del mismo y la presentación, combinando dibujos teóricos de los cuños o diseños de los modelos tipológicos con los ejemplares conocidos de cada serie, lo convierten en una herramienta muy útil.
Además las primeras páginas, a pesar de su brevedad, son de un enorme interés ya que, tanto la discusión sobre el término “handus” y su relación con las fracciones de moneda, como el proceso de fabricación de las mismas, ya sea en forma de tejos o barras, están analizados de forma cuidadosa, bien ilustrados y son un ejemplo demostrativo de los métodos de fabricación de moneda en época andalusí.
Ahora bien, hay aspectos del libro que merecen alguna reflexión. La recopilación de fuentes y citas, gracias a la magistral obra de Gaspariño, es adecuada y sirve para comprobar que la mención a este tipo de recortes o acuñación especial aparece en el siglo XI, en época de los Reyes de Taifas. Aunque está explicado en el texto, a veces, parece existir una cierta contradicción. A estas alturas de nuestro conocimiento sobre la moneda andalusí es indudable que en la época de la conquista y primeros años del emirato independientes, conviven dirhames y feluses, cumpliendo estos últimos la función de moneda fraccionaria de uso cotidiano como demuestra su nivel de pérdida y su presencia en múltiples yacimientos.
La abundancia de fragmentos de dirham, de diferentes formas, en los hallazgos omeyas de los siglos IX y X junto con la ausencia de feluses demuestra que la fragmentación de moneda (qita’ah, término árabe que se utiliza para definir la plata picada o troceada) era lo habitual en al-Andalus como forma de solucionar la dinámica de las transacciones diarias, sobre todo en los ambientes urbanos, ante la existencia de un monometalismo de plata y la presencia de emisiones de oro más limitadas. Que en el siglo XI, en la época de las taifas, esta política era de difícil continuación se explica por la caída de la ley de las monedas: un dirham del emirato se parte con las manos, uno del califato necesita de cizallas o instrumentos de corte, de ahí las abundantes huellas preparatorias de cizallados posteriores, pero las piezas taifas tienen una proporción de cobre mucho más alta y la fragmentación ocasional es mucho más difícil de realizar, lo que explicaría la acuñación de unas monedas determinadas para suplir esta función, al margen del comienzo de la carestía de plata que se produce en estos años.
Por todo ello algunos ejemplares de los propuestos en el texto abren el debate para las dudas como, por ejemplo ¿cuándo se trata de monedas “handusíes” acuñadas o fabricadas exclusivamente como fracciones o restos de simples acuñaciones normales?
De las dos piezas de la sección califal, la fracción de dinar de Abd al-Rahman III, con nombre de prefecto de ceca Sa’id, similar a las acuñadas entre los años 322-326H. (Vives 379-382) parece más bien una imitación de época que un divisor del momento; de este tipo se conocen, asimismo, falsificaciones en cobre sobredorado de época (Moneda Andalusí en la Alhambra, 1997, nº 169).
Sin embargo, como he dicho, la parte relativa las monedas de las taifas es impresionante por la variedad de ejemplares de un mismo diseño que recoge el catálogo, lo que permite la recomposición de lecturas y comprobar el aserto de la fabricación con cuños mayores sobre las barras o tejos. Las numerosas variantes, piezas inéditas o ejemplares dudosos recopilados serán de gran ayuda, sin duda, para futuros trabajos.
Algo similar ocurre con las piezas adscritas a la serie almorávide y de sus taifas. En este caso la problemática es algo más compleja, ya que el sistema monetario de esta dinastía africana sólo utiliza dinares y una serie de monedas de plata con gran cantidad de divisores, en cuyos hallazgos rara vez están presentes estas piezas de cobre. ¿Estas emisiones están hechas bajo autoridad almorávide, o son una concesión a los poderes locales andalusíes bajo de la conquista almorávide? Ya decía Vives “… esto hace creer que algún derecho concedido á las ciudades les permitió continuar su antiguo sistema de monedas” (Vives, 1893, lxxi).”
Alguna crítica debe hacerse al capítulo de Bibliografía, completo en líneas generales, aunque llama la atención determinadas ausencias y ciertos errores en su ordenación alfabética (véase Delgado y Dozy después de Codera; Henri Lavoix citado por nombre, etc…) o en la entrada de alguna obra. Lo mismo ocurre en las referencias utilizadas en el catálogo, en elque aparecen autores no recogidos en la bibliografía y citados por la revista en la que escribeny no por el título del trabajo, y sorprende la referencia a Prieto y Vives como Prieto&Vives, como si se tratara de dos autores distintos…; son pequeños detalles que no desmerecen del resultado final pero que en una futura reimpresión deberían corregirse en favor de un trabajo tan interesante.
En conclusión se trata de una obra de gran interés que sistematiza una serie de materiales poco atractivos, a primera vista, pero que estudiados con precisión y detalle como lo hace el autor proporcionan un caudal de información sobre uno de los periodos más vibrantes de la numismática andalusí, el que transcurre desde la aparición de las taifas del siglo XI a las taifas almorávides.
Alberto J. Canto García
Profesor de Arqueología de UAM.