El Banco de Inglaterra inicia un proceso de consultas sobre la implantación de este nuevo material con el que se podría fabricar ya el anunciado billete dedicado a Jane Austen. Además, en este año se recuerdan los cuarenta años de la adopción en el país del sistema monetario decimal
Todo indica que Gran Bretaña podría ser próximamente otro de los países que se suma a la tendencia de emitir billetes fabricados en polímero. El empuje al proyecto lo habría dado el reciente nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que hasta hace muy poco ejercía su cargo en el Banco Central de Canadá, donde los billetes de plástico ya son una realidad.
Las ventajas del polímero sobre el tradicional algodón son la mayor durabilidad de los billetes, que se calcula en una vida útil dos veces y media mayor, la resistencia a la suciedad y, un aspecto, muy importante, la mejora en los elementos de seguridad. También se propone reducir las dimensiones de los billetes para facilitar su manejo, aunque siempre manteniendo la relación de tamaño entre los diferentes valores, y conservando los tipos tradicionales.
Ahora de lo que se trata es de explicar estos cambios a la ciudadanía y recabar sus opiniones, por lo que se ha abierto un periodo consultivo que durará dos meses, hasta el 15 de noviembre. El resultado de la consulta se publicará en diciembre.
Si finalmente se adopta este material, el primer billete británico que veamos en polímero será el de 5 libras con la imagen de Winston Churchill cuya emisión está prevista para 2016 y poco después, en 2017, el dedicado a Jane Austen, con valor de 10 libras, que se presentó el pasado mes de julio. La imagen de la escritora sustituirá a la de Charles Darwin y acabará con la unanimidad de personajes masculinos que ocupan los billetes británicos desde hace décadas -–con la excepción, claro está, del retrato de la soberana Isabel II-. Gracias a las campañas populares, con recogidas de firmas incluidas, la novelista será la tercera mujer que aparezca en el papel moneda impreso, después de la enfermera Florence Nightingale y la activista Elizabeth Fry.
Sin duda la adopción del polímero en los billetes supondrá un cambio importante en el circulante del país británico pero no alcanza ni de lejos la transformación que supuso la adopción del sistema decimal en la moneda, de la que se cumplen ahora cuarenta años. El cambio se empezó a gestar ya en 1961, y se confeccionaron modelos para las nuevas monedas, algunos de los cuales no llegaron a adoptarse. Entre los diseños rechazados se encontraba la moneda de 50 peniques obra de Cristopher Ironside que acaba de ser rescatada en una nueva emisión conmemorativa de la Royal Mint con motivo del centenario del nacimiento del artista.
La moneda de cincuenta peniques estaba destinada a sustituir al billete de diez chelines. El diseño presentado por Ironside, uno de los más afamados medallistas y grabadores del siglo XX, presentaba en el reverso el escudo de armas real, pero finalmente se decidió sustituirlo por la personificación de Britannia, obra también del mismo artista.
La pieza conmemorativa que acaba de ponerse en circulación presenta algunos cambios con respecto de la original, como el tamaño, que es algo menor, y la sustitución de la leyenda NEW (nuevo) por FIFTY (cincuenta). La moneda está disponible en oro y plata, calidad proof, y en metal base calidad brillante sin circular.
Otros diseños de Ironside se quedaron en el tintero (o en el cuño) y no pasaron a la circulación, y ahora con motivo de su centenario y coincidiendo también con los cuarenta años de la implantación del sistema decimal, la Royal Mint ha decidido sacarlos a la luz (http://www.royalmint.com/discover/decimalisation/unseen-ironside-designs). También resultan curiosas las campañas que se realizaron para popularizar el uso del sistema decimal, sobre todo si las comparamos con los vídeos y campañas en la red que se están utilizando hoy para hacer propaganda de los billetes de polímero (consulta más imágenes sobre ellas en nuestra página de Facebook).