Las monedas de los griegos y sus enemigos

Las monedas de los griegos y sus enemigos

Las monedas de los griegos y sus enemigos 260 400 admin

Juan R. Cayón, numismático de larga experiencia y con una bien atestiguada labor como editor de libros y autor de alguno de los más útiles y populares catálogos de la Numismática Española, nos ofrece esta obra, que destaca por su ambición y novedad en España.

Juan R. Cayón, Las monedas de los griegos y sus enemigos, Madrid, Juan R. Cayón Editor, 2013. 24 x17 cm., LXV+1083 págs., con muy numerosas ilustraciones. ISBN 978-84-920980-8-8.

Juan R. Cayón, numismático de larga experiencia y con una bien atestiguada labor como editor de libros y autor de alguno de los más útiles y populares catálogos de la Numismática Española, nos ofrece esta obra, que destaca por su ambición y novedad en España, Las monedas de los griegos y sus enemigos.

Se ha publicado en un gran volumen que supera ampliamente el millar de páginas, con varios miles de ilustraciones de monedas de alta calidad, lo que explica que al autor su elaboración le haya supuesto cerca de 10 años de trabajo. Sin embargo, su especial atractivo estriba en reflejar la amplia experiencia del autor como brillante numismático dedicado al comercio de monedas y a la publicación de catálogos. Como señala en la Introducción, la intención de esta obra no es ofrecer un estudio profundo de la moneda griega, sino despertar “la curiosidad del no iniciado”, con el fin de incrementar en España el conocimiento de este campo tan importante de la Numismática, para, de este modo, impulsar su coleccionismo. En efecto, se echaba en falta en España un catálogo que pudiera servir para una creciente afición hacia la moneda griega, vacío que esta obra viene a llenar cumplidamente, lo que augura que contribuirá de forma decisiva a que se supere su menor desarrollo frente a otros campos de nuestra Numismática.

No es necesario resaltar, por ser de todos conocido, el destacado interés y la belleza de la moneda griega, la cual, como resalta el autor, ofrece “el más alto nivel artístico de toda la historia de la Numismática”. Esa belleza artística, pareja a su interés histórico, ha suscitado desde el Renacimiento una especial atracción para todo coleccionista que cultive este campo tan selecto, en el que actualmente se conservan unas 500.000 monedas griegas y asimilables, según los cálculos el autor basados en su larga experiencia profesional (p. VIII).

Los campos hacia los que puede sentirse atraído el coleccionista de monedas griegas son múltiples, aunque en gran medida pueden estar relacionados. Se puede coleccionar monedas de un periodo, de una región o de un tema. Tener en la colección alguna moneda griega de Evainetos (nº 937, 959.960), Eumenes (nº 937-941, 963) o Kymon (nº 954-957) supone poseer una de las más excelsas y siempre raras obras de la Grecia Clásica con la firma de su artista. No menos atracción ofrecen los temas mitológicos, con sus dioses y héroes, así como variadas y originales representaciones de animales y plantas, cuyo estilo y forma cambian a lo largo del tiempo, lo que aumenta su interés. Otro campo fascinante son los magníficos retratos, más o menos idealizados, que alcanzan en el Periodo Helenístico una calidad nunca superada, pues su estilo realista permite adentrarse en la psicología del retratado. Sin olvidar, como señala el autor, la ideología política plasmada en la moneda griega como elemento de propaganda, un uso que después han copiado los romanos y prácticamente todos los países del mundo, por lo que las monedas constituyen un documento histórico oficial insustituible de la propaganda política y comercial.

El especial atractivo de la moneda griega lo ilustra una anécdota personal narrada por el autor, al recordar cómo adquirió una moneda de Thourion a los 15 años, pieza que todavía conserva. Esta anécdota personal es un ejemplo más de la fascinación que ejerce siempre la moneda griega a quien tiene el privilegio de acercarse a ella, puesto que, sin duda, es la máxima creación de la Numismática. Esa fascinación, probablemente larvada durante muchos años, explica también el largo empeño puesto por el autor hasta finalizar en sus años de madurez este monumental catálogo.

La obra está concebida con sentido muy pragmático, para “ser útil y entretenida” para el coleccionista. Así lo evidencia una amplia Introducción de 65 páginas, que comprende una Introducción histórica y una Perspectiva artística, ambas redactadas por Juan Cayón Herrero, dirigidas a que se pueda valorar mejor la moneda griega. También ofrece unos útiles Consejos al coleccionista, en los que emana su larga experiencia como profesional dedicado a la Numismática, seguidos de un cuadro de los principales periodos de la moneda griega, basado en B. V. Head. Completa esta Introducción unas tablas con los principales alfabetos numismáticos, itálicos, griegos, licios, chipriota, semíticos y el silabario kharosthi de las monedas greco-indias, para facilitar la lectura de los epígrafes monetales al no iniciado, así como también ofrece la equivalencia gramos-granos, milímetros-pulgadas y la escala de Mionnet, lo que permite al coleccionista manejar mejor catálogos y publicaciones. Hay que destacar igualmente los útiles mapas, quizás algo esquemáticos, aunque claros y precisos, enriquecidos por un Índice de localizaciones, que ayudan a situar las muy numerosas cecas griegas.

En estas páginas iniciales también se ofrecen unas indicaciones bibliográficas, que quizás convendría completar en la primera reedición, pues son excesivamente breves, ya que se reducen a aconsejar algunas obras en castellano sobre la Historia de Grecia (p. VIII), que quizás debieran completarse con alguna sobre mitología, dado su peso en las representaciones numismáticas. Del mismo modo, se hace referencia a los principales repertorios de forma quizás excesivamente sucinta, sin detalles bibliográficos, y a los que quizás se pudiera añadir algunas de las obras de referencia más populares, como las de G. K. Jenkins, M. Hirmer, C. T. Seltman o H. A. Seaby, por si el coleccionista desea ampliar sus conocimientos y su biblioteca particular, a lo que, con gran acierto, le anima el autor (p. XIX).

Tras la útil Introducción, se ha dispuesto un impresionante catálogo, que comprende 1045 páginas con 3322 monedas, todas ellas muy bien ilustradas, algunas con múltiples fotografías, que reflejan un gran esmero en su selección. Este catálogo ofrece la descripción y la ilustración de las principales monedas, además de indicar un valor orientativo y algún comentario personal del autor que puede acrecentar el interés del lector hacia esa moneda. El orden seguido para mostrar las principales acuñaciones agrupa las cecas por regiones geográficas, desde la Galia a Italia, Grecia, Asia Menor, Chipre, Siria, Fenicia, Judea, Partia y la Bactriana, Egipto, Cirenaica, Cartago, Numidia y Mauritania. La selección es amplísima y acertada. Apenas cabe señalar la ausencia de los grandes bronce ptolemaicos con cabeza de Zeus y águila o las acuñaciones sículas de Morgantina, entre ellas las que ofrecen la leyenda Hispanorum, como también se echa en falta en una obra española, a pesar de las razones dadas (p. VIII), las interesantes cecas de ciclo griego de la Iberia helena y de la Hispania de fenicios, púnicos y romanos. La inclusión, aunque sea meramente testimonial, de Emporion y Rhode, Gadir, Ebusus y Carthago Nova, junto a Iltirta, Arse y Saitabi, enriquecerían sin duda la visión de conjunto, pues representan las más alejadas acuñaciones griegas del extremo Occidente. Por último, la obra finaliza con un completo Índice Alfabético, de personas y lugares (p. 1047 a 1064), y un Índice General (p. 1065-1083), cuya extensión, por sí misma, da idea de la importancia del catálogo.

En resumen, se trata de una gran obra, fruto de la madurez de uno de los máximos exponentes actuales de la Numismática Española, realizada con gran esmero y con la noble finalidad de estimular en España el coleccionismo de la moneda griega, el campo más selecto de la Numismática. Las monedas de los griegos cumple sobradamente ese fin, por su calidad y belleza, ya que, además, constituye un auténtico regalo para cuantos nos sentimos atraídos por esta ciencia y por la Cultura y el Arte griegos. Por todo ello, expresamos a su autor, Juan R. Cayón, nuestra más sincera felicitación y enhorabuena por haber aportado una obra tan acertada y que augura una nueva etapa en la larga tradición numismática española.

Martín Almagro-Gorbea

Académico Anticuario

Real Academia de la Historia

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