El Bundesbank alemán ha notado en 2011 un considerable descenso de billetes y monedas falsos en circulación, especialmente notable en el caso del papel moneda. Sin embargo recuerdan la necesidad de aplicar la regla “Toque, mire, incline” ante la sospecha de una falsificación.
El Bundesbank ha hecho público su informe sobre las falsificaciones de monedas y billetes detectados en Alemania a lo largo de 2011, del que se deduce una importante reducción hasta el punto que se calcula que el volumen de papel moneda falsificado en circulación habría caído de los 3,4 millones de euros en 2010 a 2,1 millones en 2011. Las denominaciones más afectadas por esta práctica son los billetes de 50 euros (42% de los detectados) y de 20 euros (36%), mientras que no se anotan falsos en la denominación de 500 euros y apenas un 1% en la de 5 euros. Respecto de las monedas, las falsificaciones se limitan a las piezas de mayor valor, esto es los 50 céntimos y 1 y 2 euros, acaparando estas últimas el 75% de las detectadas. También se ha notado un descenso de la moneda falsa en el último año, aunque no tan acentuado como en los billetes.
Sin embargo, el Bundesbank nos recuerda que no debemos bajar la guardia y que no siempre las máquinas detectoras o las lámparas ultravioletas proporcionan resultados claros. La regla a aplicar en el caso de los billetes es “Toque, mire, incline”, tres acciones que le permitirán comprobar las principales medidas de seguridad del papel moneda, como la marca en relieve del anverso (“BCE ECB EZB EKT EKP”) percibible al tacto, la marca de agua que aparece cuando se sostiene el billete a contraluz, y los cambios en el holograma o el cambio de color en el numeral de las denominaciones superiores a 20 euros que se aprecian al inclinar los billetes.
En cuanto a las monedas, hay que fijarse en que en los euros auténticos el motivo se destaca claramente del fondo de las monedas, mientras que en los falsos aparece poco nítido y poco uniforme; además suelen tener un color ligeramente distinto. El motivo grabado en el canto de las piezas de dos euros es cortante en las piezas auténticas, mientras que en las falsas suele aparecer incompleto o irregular. Un último matiz, aunque este quizás de más difícil comprobación en el uso cotidiano, es que las monedas de 1 y 2 euros son ligeramente magnéticas, es decir, que las atrae un imán pero se despegan fácilmente, frente a las falsas que suelen ser o nada magnéticas o muy magnéticas.
Además de estas nociones básicas, el Bundesbank ofrece cursos gratuitos de detección de falsificaciones destinadas a aquellas personas que trabajan habitualmente con dinero en efectivo y distintas páginas de internet en las que se detallan mediante gráficos o vídeos los elementos de seguridad del circulante. En inglés, puede consultarse http://www.bundesbank.de/bargeld/bargeld_falschgeld.en.php. Además, el Banco Central Europeo ofrece una información similar en castellano: http://www.ecb.europa.eu/euro/banknotes/security/html/index.es.html.
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