Esta flor, símbolo de ambos países y de cuatro siglos de relaciones diplomáticas entre ambos, protagoniza la primera emisión oficial conmemorativa de 2012 en los Países Bajos, en oro y plata, con valores faciales de 5 y 10 euros.
La exquisita flor del tulipán esta próxima a florecer y a llenar los campos de cultivo con su espectacular colorido; y es ahora cuando la ceca holandesa lanza su emisión dedicada a conmemorar los cuatrocientos años de relaciones diplomáticas con Turquía, desde donde esta flor llegó a los Países Bajos. En tiempos económicamente tan convulsos como los que estamos viviendo, merece la pena recordar cómo se extendió a Europa el cultivo de los tulipanes y cómo fueron el origen de la primera “burbuja” financiera de la historia.
A pesar de que ya fueron cultivados en al-Andalus, la difusión de estos bulbos se produjo gracias a los contactos con los sultanes otomanos a finales del siglo XVI. La forma de la flor, que recuerda un turbante ———-–su nombre se deriva del turco otomano tülbend que, a su vez, proviene del término persa dulband, ambos con ese significado-, así como el potente colorido y toda la estructura de la planta, resultaban enormemente exóticos en Europa, de ahí el gran entusiasmo que despertó en todo el norte de Europa y en especial los Países Bajos. Coincidiendo con el auge comercial y económico que vivían estas regiones a principios del siglo XVII, aumentó el interés por los tulipanes, que se convirtieron en un artículo de lujo más. Los disparados ———-–y disparatados- precios que alcanzaron sus bulbos en unos pocos meses entre 1636 y 1637, rebasando alguno de ellos los 5000 guldiner, han sido muy bien estudiados y la “tulipánmanía” es aún analizada por los economistas actuales.
Con el paso del tiempo, el tulipán se ha convertido en uno de los símbolos más conocidos de Holanda, que comparte con Turquía, el lugar desde donde se extendió a Europa. Por eso qué mejor motivo para ilustrar en monedas los cuatro siglos de relaciones entre ambos países. Las piezas que les presentamos están acuñadas en oro o plata; la primera de ellas en metal precioso de 900 milésimas, con un peso de 6,72 gramos y 22,5 milímetros de módulo. Su valor facial es de 10 euros. La moneda de plata, por su parte, está fabricada con metal de 925 milésimas, tiene un peso de 15,5 gramos, un diámetro de 33 milímetros y un facial de cinco euros. Su emisión está limitada a 12500 ejemplares, mientras que la de oro se reduce a 2000 unidades. Ambas monedas se presentan en calidad proof.
Ambas comparten, además, tipos de anverso y reverso: en la cara aparece la silueta de un tulipán y a su izquierda, en pequeño tamaño, el perfil de la reina Beatriz de Holanda, mencionada en la leyenda que acompaña. El reverso lo ocupa otro tulipán al que acompañan el creciente y la estrella de la bandera turca, junto con la leyenda alusiva a los 400 años de relación entre ambos países y el valor facial.