Con un volumen de ventas superior a los 11 millones de euros, más del 60% por encima de las estimaciones previstas, se saldó la pasada semana en Osnabrück la subasta de primavera de la firma alemana. De nuevo, altísimos remates en moneda europea, así como en piezas antiguas y de la Edad Media.
Toda una semana, del 11 al 16 de marzo, ha ocupado el remate de la última subasta en sala de Künker, la denominada de primavera, en la que se ofertaban casi ocho mil lotes divididos en seis diferentes catálogos. Una vez más, los resultados han sido excelentes tanto en volumen como en porcentaje de ventas, y se han registrado adjudicaciones muy por encima de los precios estimados en cada una de las diferentes secciones.
El catálogo de moneda antigua, compuesto por 1113 lotes muy variados, fue testigo de nuevo de la pujanza de la moneda de oro imperial romana, en detrimento, por así decir, de otras piezas también muy atractivas como pueden ser las emisiones griegas del ámbito siciliota o las series ptolemaicas. Así, vimos cómo la decadracma de Evainetos que salía con el nº 174 se remató en 12000 euros, por debajo de los 15000 estimados, mientras que la pentakaidekadracma con la efigie de Berenice II (lote nº 385) se quedaba en los 20000 euros de estimación. Por el contrario, entre los lotes que alcanzaron un remate más alto se encuentra el áureo de Póstumo (lote nº 823) 
que muestra en anverso los retratos de Póstumo y Hércules y en el reverso dos hermosos bustos femeninos que representan a Victoria y a Felicitas, excepcional pieza que partía con una estimación en catálogo de 75000 euros y se ha adjudicado finalmente en 110000. Ya en el Bajo Imperio, 
el sólido de Procopio que salía con el nº 865, pieza de la mayor rareza, alcanzó los 60000 euros.
Del pequeño lote de moneda hispánica antigua, hay que decir que se vendió todo, bastante por encima de las estimaciones calculadas, si bien los precios eran bajos. 
Destacaremos la dracma emporitana que llevaba el nº 126, rematada en 1900 euros, superando en más del triple su estimación.
El segundo de los catálogos de esta subasta llevaba como título “1000 años de historia monetaria europea. Glamour y fascinación de los tiempos medievales” y nos presentaba un recorrido por las emisiones del medievo europeo desde los pueblos bárbaros hasta la etapa previa al Renacimiento. Del primer periodo nos habíamos fijado en un lote de monedas visigodas (lotes nº 1324-1355) procedentes de la antigua colección Bernard Chwartz, que comenzaba con las primeras series de imitación, con algún sólido incluso, y con ejemplares algunos de cierta rareza, como el tremis de Recaredo I de la ceca de Narbona (lote nº 1336), rematado en 4500 euros, o el de Egica del taller de Gerunda (lote nº 1344), con una estimación de 10000 y adjudicado en 8000. Entre las piezas que superaron su estimación inicial, un tremis 
de Egica de la ceca de Narbona (lote nº 1345), rematado en 6500 euros, 500 por encima de lo calculado.
Sin duda el rey de esta sección fue un dinero de Carlomagno (lote nº 1405), con su retrato en anverso acompañado de la titulatura imperial, pieza de enorme rareza que partía con una estimación de 30000 euros y ha alcanzado finalmente los 160000.
Por lo que respecta a la moneda moderna y contemporánea que se ofertaba en los siguientes catálogos, buenos resultados y algunas subidas más que notables. 
En el pequeño aporte de moneda española hay que anotar los 26000 euros alcanzados por la pieza de 320 reales de José I que salía con el nº 6505 y que tenía una valoración en catálogo de 15000 euros.
Entre aquellos lotes que superaron los 100000 euros de remate, de nuevo hay que reseñar una moneda de Polonia, en concreto un Portugaloser de diez ducados de Segismundo III del año 1622 (lote nº 6444) que, con una estimación de 30000 euros, fue adjudicado en 130000.
La colección Julius Hagander de moneda sueca que la firma Künker está sacando a subasta desde el pasado año ha vuelto a obtener unos resultados excelentes. En 100000 euros, el doble de su estimación, se adjudicó la pieza de 20 ducados del rey Gustavo Adolfo II (lote nº 1633) acuñada en la ciudad de Wolgast, y multiplicó por tres su valoración
uno de los cuatro ejemplares conocidos de 10 ducados de Cristina de Suecia, acuñados en 1650 en el principado de Bremen y Verden, al ser rematado en 75000 euros.
Finalmente, el capítulo de moneda rusa estuvo bastante moderado en sus adjudicaciones, incluso se quedó sin vender el lote que partía con una mayor estimación inicial, el medallón de oro de Nicolás II (lote nº 8451), aunque el porcentaje de ventas siguió siendo muy bueno.