Los primeros billetes de los 50 euros de la serie Europa se han puesto en circulación el pasado 4 de abril. Con ligeros cambios en el diseño respecto a los de la primera serie, añaden más medidas de seguridad que dificultan su falsificación.
La renovación del papel moneda del sistema del euro continúa con su plan previsto y el pasado miércoles 4 de abril en la sede del Banco Central Europeo en Fráncfort se realizó oficialmente la puesta en circulación del billete de 50 euros de la serie Europa. Es ya el cuarto de los valores de esta serie, de la que faltan de aparecer los de 100 y 200 euros, aunque para eso habremos de esperar hasta 2019.
Desde la presentación oficial del nuevo billete en julio del año pasado, hemos tenido tiempo de familiarizarnos con sus características y de adaptar la maquinaria que se vea afectada por el cambio, tanto aparatos autenticadores, como cajeros automáticos o máquinas expendedoras. Para ello el Banco Central Europeo ha realizado una importante campaña informativa, aunque no está de más recordar algunos de los elementos distintivos de estos nuevos 50 euros.
La imagen de la diosa Europa que da nombre a la serie aparece en la ventana que puede verse al trasluz; también nos hemos familiarizado con el cambio de color de la cifra 50 al girar el billete; el color es más intenso que en la primera serie de euros y se han actualizado tanto los países representados en el mapa de la Unión como los idiomas en que aparecen las leyendas.
El billete de 50 euros es el más utilizado en la zona euro y, con más de nueve millones de unidades, alcanza el 46% de los billetes en circulación. Pero también es el más falsificado y por ello la serie Europa incorpora los elementos de seguridad más punteros. Aunque los billetes antiguos continuarán en circulación, poco a poco se irán sustituyendo por los de esta nueva serie.
Para más información sobre todas las características de este nuevo billete pueden consultar la página web del Banco Central Europeo: http://www.nuevos-billetes-en-euros.eu/ .
Información e imágenes: Banco Central Europeo