Desde Roma hasta nuestros días, quinientos lotes de monedas, medallas y billetes de gran calidad y rareza se rematarán en Barcelona el próximo 8 de marzo a partir de las 17 horas. Una gran ocasión para los aficionados a la moneda española de todas las épocas, con ejemplares únicos y piezas de enorme rareza.
Como les adelantamos en nuestra pasada edición, la firma barcelonesa Áureo & Calicó ha preparado dos catálogos para su remate del mes de marzo, que tendrá lugar el jueves día 8 en sus oficinas. En sesión de mañana, a partir de las 11 horas, se celebrará el remate de la “Subasta General” en el que saldrán a la puja más de ochocientos lotes de todas las épocas. Pero el plato fuerte de este mes se ha reservado para la sesión vespertina, a partir de las 17 horas, cuando comenzará la puja por los quinientos lotes que componen la oferta de la denominada “Subasta Selección”, un conjunto de piezas de gran calidad y rareza y del que va a ser difícil resaltar unas piezas sobre otras.
El remate comenzará con un trío de monedas romanas formado por dos áureos y un denario. La primera de ellas (lote nº 1) es la espectacular pieza de oro acuñada por Cestio y Norbanus en el 43 a.C. que lleva en su anverso la personificación de África tocada con las exuviae elephantis. Su precio de salida es de 4000 euros, el mismo del áureo a nombre de Julia Domna que se oferta con el nº 3.
Muy interesante es el capítulo dedicado a la moneda hispánica antigua, que comienza con un cuadrante de la ceca de alaun (Alagón) (lote nº 4), segundo ejemplar conocido, procedente de un taller con una producción muy escasa, que sale a subasta a partir de 5000 euros. De gran belleza es el shekel hispano-cartaginés que lleva el nº 8, con cabeza apolínea en anverso y caballo parado en reverso, de ceca desconocida, quizás Carthagonova o Akra Leuke, cuyo precio en catálogo es de 4500 euros. Entre los denarios celtibéricos destacan por su calidad los lotes nº 12, de sekaisa, y nº 13, de sesars, éste último con salida en 1800 euros.
Las emisiones visigodas se encuentran representadas en esta selección con un conjunto de piezas realmente notable por su rareza. Comienza con un tremissis acuñado por Gundemaro en la ceca de Giorres (lote nº 15), emisión de la que sólo hay publicados dos ejemplares, y única dada a conocer en su variante es la pieza siguiente, fabricada para el mismo monarca en Cesaracosta (lote nº 16). Sus precios en catálogo son de 2500 y 3500 respectivamente. También de enorme rareza son las piezas acuñadas por Sisebuto en los talleres de Iliocrici (lote nº 17), la pieza más cara de este capítulo, con 5000 euros de salida, único ejemplar conocido-, Bergio (lote nº 18), a partir de 3000 euros, o Eminio (lote nº 19) desde 2500 euros, procedentes de la colección Fernández.
El apartado de moneda andalusí está formado por casi una decena de dinares almorávides (lotes 21-29), de diversas cecas y precios que oscilan entre los 800 y los 1500 euros. Muchísimo más variada es la muestra de emisiones realizadas en los reinos cristianos, que comienza con un dinero de Guillem I del condado de Besalú (lote nº 30), pieza rarísima y con una iconografía muy interesante, que sale a subasta a partir de 5000 euros. El lote nº 32 es el tercer ejemplar conocido de los óbolos acuñados por Ponç Hugo V en el condado de Ampurias, de ahí su precio en catálogo de 1500 euros. Más avanzado en el tiempo, el florín de Pedro III acuñado en Zaragoza (lote nº 42), podría ser también una pieza única que se oferta en 3000 euros. Terminamos este recorrido por las emisiones del reino de Aragón con dos monedas en oro de la ceca de Valencia: la primera un ducado joaní (lote nº 55), mandado acuñar por Juan II, introductor de este valor en su reino, que sale a subasta en 6000 euros; la segunda un medio ducado de Fernando el Católico (lote nº 61) con salida en 5000.
De los reinos castellanos leoneses podemos empezar fijándonos en un par de mencales o dineros de plata de Alfonso X (lotes 64 y 65), con un anverso epigráfico heredero por una parte de la tradición andalusí, al igual que sucedía con los morabetinos, y que recuerdan asimismo a las emisiones de plata bizantinas, y con un reverso de leones y castillos cuartelados que representa la unión de los dos reinos. Es muy notable el grado de conservación de estas dos monedas, cuyo precio de salida es de 1200 euros cada una. Les sigue una dobla de 35 maravedíes de Pedro I (lote nº 66), con salida en 1800 euros. También se han incluido en este apartado algunas emisiones portuguesas, debido a que una parte de los territorios castellanos estuvieron bajo el mandato de monarcas portugueses, si bien las piezas ofertadas no se limitan a las acuñadas en el área española, y así encontramos ejemplares de las cecas de Lisboa y Oporto, por ejemplo, además de un par de raros reales de Alfonso V, pretendiente a la corona de Castilla, (lotes 80 y 81), este último emitido probablemente en la localidad zamorana de Toro, con salida cada uno de ellos en 1200 euros.
No podemos dejar de mencionar en esta selección la dobla de Alfonso de Ávila que se oferta como lote nº 79, raro ejemplar de la ceca de Toledo, en excelente estado de conservación, con un precio en catálogo de 8000 euros.
La oferta de piezas emitidas por los Reyes Católicos está repleta de ejemplares de dobles, medios y excelentes de las diferentes cecas, entre los que destaca por su valoración en catálogo el lote nº 93, excelente acuñado en el taller de La Coruña, emisión de muy escaso volumen, que sale a subasta a partir de 15000 euros. No se queda lejos el ejemplar de cuatro excelentes de la ceca de Segovia (lote nº 99), con un precio en catálogo de 12000.
Pero quizás es más sorprendente, por menos habitual, el exclusivo surtido de piezas de plata que, en algún caso, supera en valor incluso al oro. Valga como muestra la pieza de ocho reales acuñada en Segovia (lote nº 91), extraordinariamente rara, con salida en 18000 euros y que podría alcanzar los 30000 en la puja.
Como es costumbre en el capítulo de monarquía española, duros y onzas se disputan el protagonismo a lo largo de más de tres siglos de recorrido numismático, y en esta ocasión contamos con extraordinarias piezas de cada una de las denominaciones. Aún a riesgo de dejarnos muchas otras sin comentar, intentaremos llamar su atención sobre aquellas que nos han parecido más notables, como sucede con el duro de la ceca de Granada de época de Felipe IV (lote nº 104), calificado de inédito. Con fecha 1598, se conocían de esta ceca monedas de dos escudos, dos reales y un real, y esta de ocho reales podría ser la única pieza conocida. Su precio en catálogo es de 7000 euros. De rarísimos son calificados los duros de Felipe IV acuñados en Santa Fe en 1655 (lote nº 127) y en Zaragoza en 1651, cada uno de ellos con salida en 6000 euros.
En cuanto al oro, la ceca de Sevilla nos ofrece un precioso ejemplar de dos escudos con un cospel muy redondo (lote nº 120), acuñado a nombre de Felipe III en 1610, en calidad casi sin circular, que se subasta a partir de 6000 euros.
Una de las joyas de la subasta es la onza de Segovia (lote nº 131) con fecha 1632/27, magnífico ejemplar salido del Real Ingenio que añade a la rareza de su fabricación las rectificaciones de fecha y ensayador inéditas. Su precio en catálogo es de 30000 euros. De la misma ceca es también espectacular el ejemplar de cuatro escudos del año 1683, ya con Carlos II (lote nº 139), que se subasta a partir de 15000 euros y, por supuesto, una de las últimas onzas que se fabricaron en este taller con los Austrias, de 1687/3 (lote nº 144), con salida también en 15000 euros.
Terminamos el capítulo de esta dinastía pasando al continente americano, hasta Lima, donde en 1697 se fabrica la onza que sale a subasta con el nº 141. Se trata de una pieza bellísima, casi redonda, considerada posiblemente un ejemplar único y en calidad casi sin circular, lo que hace que su precio ascienda a los 25000 euros en catálogo.
Con la llegada de los Borbones al trono español no disminuye en absoluto la calidad y rareza de las monedas ofertadas en esta selección. Como prueba de ello podemos empezar fijando su atención en una pieza de cuatro escudos de Méjico de 1711 (lote nº 164),de extraordinaria calidad, rareza y en calidad “sin circular”. Procede del tesoro de La Florida y su precio en catálogo es de 30000 euros.
Supera esta salida una onza de la ceca de Guatemala del año 1735 (lote nº 166), que es considerada inédita y posiblemente el único ejemplar conocido. Además hay que recordar que Guatemala es la única ceca en que las onzas de tipo busto se acuñan a martillo y en este caso la pieza presenta un alto grado de calidad que se va perdiendo a medida que avanza el tiempo. El precio de esta joya numismática, el más alto del catálogo, es de 45000 euros. Cuando la acuñación a martillo es sustituida por la de molino en 1754 se acuña otra rarísima onza (lote nº 195) ya con la efigie de Fernando VI, que se subasta a partir de 18000 euros.
Para este mismo monarca se acuña también otra de las joyas de este catálogo, un duro columnario de la ceca de Santa Fe (lote nº 191) del año 1759, de una rarísima emisión de la que sólo se conocen alrededor de quince ejemplares. Su precio de salida es de 30000 euros.
Durante los reinados de Carlos III y Carlos IV continúa la sucesión de onzas de alto valor, que perdurará en los inicios del siglo XIX con Fernando VII. De este monarca encontramos también notables ejemplares de oro con valor de 320 reales de vellón (lotes 313, 314), la novedad que había introducido su precursor José I, de la que es buena muestra el lote nº 236.
Como es habitual, la variedad de denominaciones presentes en las subastas españolas se dispara con Isabel II. En este caso podemos encontrar desde pruebas no adoptadas de monedas de cinco céntimos (lotes 354, 355) o medio real (lote 359), hasta espectaculares piezas en plata: 20 reales de Madrid, DG, año 1850 (lote nº 404), a partir de 15000 euros.
Las emisiones monetarias de la I República Española nos ofrecen ejemplares como la pieza de 20 céntimos que sale con el nº 427, del año 1869, considerada la más rara de su emisión, puesto que ésta se limitó a 90 unidades, pero sobre todo un soberbio duro del mismo año (lote nº 429), cuyo precio en catálogo sube hasta los 18000 euros.
La última parte de la subasta la componen pequeños capítulos dedicados a moneda extranjera, medallas y billetes, estos últimos con ejemplares desde el siglo XVIII, lo que da idea de su enorme rareza. Un buen colofón para una selección muy variada e interesante que, no dudamos, contará una vez más con la excelente acogida de los coleccionistas.
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