Los billetes españoles y las monedas extranjeras obtuvieron las adjudicaciones más altas en el remate del pasado martes 17, el último en sala de este año. La próxima subasta numismática de las firmas barcelonesas tendrá lugar el 27 de febrero.
El calendario de subastas en sala de AENP para este año que da ya sus últimos coletazos, se cerró el pasado martes en Barcelona con el remate de Martí Hervera y Soler y Llach. Como les comentamos en su momento, salían a la puja un total de 857 lotes entre moneda antigua, monedas española, extranjera y billetes. Estos dos últimos capítulos destacaban por la calidad de la oferta y han sido los que han obtenido finalmente las mejores adjudicaciones, aunque también se vieron algunas subidas en otras series.
En general los precios estuvieron bastante moderados, sin alzas demasiado llamativas, si bien el porcentaje de ventas fue en general bueno. Entre las monedas que se consiguieron los remates más altos podemos mencionar este áureo de Nerón (lote nº 76) con la personificación de Salus en el reverso, que se adjudicó en 2000 euros.
De la moneda medieval castellana, lo más reseñable fue el remate de las dos doblas de 35 maravedíes de Pedro I (lotes nº 147-148), que consiguieron un precio de martillo de 2900 y 2400 euros, por encima de sus precios de catálogo que eran de 2500 y 2200, respectivamente.
Las emisiones de los Reyes Católicos no consiguieron esta vez el favor de los coleccionistas y algunos de los lotes con mayor precio de salida no fueron adjudicados. En sus 3700 euros de salida se mantuvo el doble excelente de Sevilla que salía con el número 165, mientras que su compañero de emisión (lote nº 167) se remató en 1900 euros.
En cuanto a las grandes piezas de oro y plata del imperio español, los precios se mantuvieron moderados, sin despegarse mucho de los iniciales. Destacaríamos los 1500 euros de martillo conseguidos por este rarísimo real columnario de Méjico de 1733 (lote nº 215), frente a los 1250 de los que partía a la puja.
Ya de Fernando VII, este duro de Santiago de 1810 (lote nº 452), con busto laureado, considerado raro, pasó en la subasta de 1200 en catálogo a 1400 de remate.
Acuñados bajo el reinado de este monarca, en 1816, pero con el busto aún de su padre Carlos IV, estos ocho escudos de Santiago (lote nº 477), en excelente estado de conservación, fueron adjudicados en 1100 euros frente a los 850 de salida.
Avanzamos aún más en el siglo XIX para encontrarnos con estos raros cuatro pesos (lote nº 580) acuñados en Manila en 1882 para Alfonso XII, en calidad sin circular, por los que se obtuvo un precio de martillo de 3000 euros, por encima de los 2400 fijados como puja inicial.
Pocos años después, en 1897, se emitieron las 100 pesetas en oro que estamos viendo (lote nº 615), con el retrato infantil de Alfonso XIII, conservadas sin circular, que consiguieron una adjudicación de 1566 euros.
De entre las emisiones de la II República Española y la Guerra Civil llamaban la atención los diez céntimos en hierro de la II República Española (lote nº 619), de 1938, con salida en 1750 euros, que subieron en la puja hasta 1850. Por su parte, la serie de cinco monedas de Nules (lote nº 632), se quedó en los 1950 de salida, al igual que sucedió con la serie de la II Exposición Nacional de Numismática, ya con Franco (lote nº 641).
Frente a esta moderación de los remates que se vio en la moneda antigua y española, en las series extranjeras los precios subieron algo más en algunos lotes, por ejemplo, los 50 pesos de la emisión conmemorativa cubana de 1988 dedicados a José Martí (lote nº 681), de la que solo se acuñó una docena de piezas, pasaron en la puja de 1000 euros de catálogo a 1800 de remate.
También consiguieron muy buenos resultados las monedas británicas, como estas cinco libras del rey Eduardo VII (lote nº 763), de 1902, adjudicadas en 2000 euros.
En cuanto a las moneda rusas, pleno de adjudicaciones en el conjunto que se ofertaba, obteniendo el remate más alto la pieza de 10 zlotych (lote nº 774) acuñada en Varsovia por Alejandro I en 1824 dentro de una emisión compuesta por solo 513 piezas. Su precio de salida era de 5000 euros que se convirtieron tras la puja en 5800.
El último apartado de la subasta era el de notafilia, que, a diferencia de lo que sucede en otros remates, concitó el interés de los coleccionistas y consiguió los mejores resultados de la tarde. Para empezar, la adjudicación más alta, los 12000 euros en los que se adjudicó este billete de 1000 pesetas de la emisión del 1 de julio de 1876 (lote nº 1020), aunque fuera su precio de salida.
Pero hubo muchos otros lotes que lograron subidas porcentualmente muy altas, como los 2200 euros en que cayó el martillo para adjudicar estas 50 pesetas de la emisión del 1 de junio de 1889 (lote nº 1011), cuando su precio en catálogo era de 1200.
La gran subida de la sección fue la de este ejemplar de 500 pesetas de la emisión de 28 de enero de 1907, que salía a subasta con el número 1028 y 400 euros de puja mínima. Su precio de adjudicación fue, finalmente, de 2700 euros.
Estos resultados, sin duda, dejaron un buen sabor de boca en la conclusión de esta subasta para cerrar un año con muy buenos resultados para las firmas organizadoras, que ya están con el objetivo puesto en sus próximos remates.