Con gran éxito de ventas, ha tenido lugar la subasta de este mes de la veterana firma barcelonesa. Destacan los altos remates alcanzados por algunas onzas y el enorme porcentaje de lotes adjudicados.
El catálogo del mes de mayo ofrecía a la puja en sala más de 750 lotes, en su mayoría de monedas que abarcaban desde la antigüedad hasta series contemporáneas, pero especialmente emisiones del capítulo denominado como “monarquía hispánica”. Es en esta sección donde se han registrado los remates más altos, si bien es cierto que también presentaban los precios de partida más elevados, como veremos a continuación. Del capítulo de moneda antigua habíamos señalado en nuestro comentario algunas piezas interesantes, como una tetradracma siracusana (lote nº 4) y otra ptolemaica (lote nº 7), que no se han vendido. Mejor salida han tenido los lotes de moneda romana, tanto republicana como imperial, con precios muy asequibles, en los que no se han producido alzas espectaculares, salvo quizás la sorpresa de un antoniniano de Nigriniano (lote nº 102), pieza muy rara, cuya cotización se ha disparado desde los 300 euros iniciales a los 1500. Entre la moneda hispánica sobresalía una hemidracma de la ceca de Gadir (lote nº 145), de la II Guerra Púnica, en excelente grado de conservación, que sale a la venta por 900 euros, con una estimación de1200, que se ha rematado finalmente en 950. Una dobla nazarí de Mohammed VII (lote nº 168), rarísima, con salida en 1200 euros, ha sido adjudicada por 1800. Sin embargo, el castellano de Enrique IV (lote nº 205), raro y en muy buen estado de conservación, se ha quedado en su precio inicial de 1500 euros, aunque la estimación era del doble. Desiguales han sido las subidas de las piezas de los Reyes Católicos, pues mientras que el excelente de la ceca de Toledo (lote nº 217), que salía en 1100 euros ha subido hasta los 1850, aunque sin alcanzar la estimación inicial de 2000, los dobles excelentes nº 218 y 219, que partían de 1500 y 1800 euros, se han quedado en los precios de inicio. Tampoco subió mucho la pieza nº 230, un ejemplar de 8 reales de la ceca de Segovia, con una marca de ensayador que sólo acuñó en ese año de 1597, cuyo precio en catálogo era de 1200 euros y se ha rematado en 1400, muy lejos de la estimación publicada de 3000. Como hemos adelantado, y era previsible, los remates más altos los encontramos en los exclusivos ejemplares de ocho escudos que salían a la venta, algunos de ellas procedentes de la famosa colección “Caballero de Yndias” que salió a subasta en esta misma casa en octubre de 2009, como era el caso de la onza macuquina nº 331, acuñada en Lima en 1701 (lote nº 331, en la portada de esta noticia), que se ofertaba por 7000 euros con un cálculo de que pudiera alcanzar los 10000 y se ha adjudicado finalmente por 11000. Igualmente, la pieza 332, otra onza macuquina de la misma colección pero del año 1702, que partía de 16000 euros, se ha convertido en la moneda más cara de la subasta al ser rematada en 19000. En cambio, la rara onza de Luis I (lote nº 337), con salida en 7000 euros y estimación en 10000, no se vendió y los lotes nº 333, 334 y 335 se mantuvieron en los precios de salida, eso sí, todos superiores a los 4500 euros. Una subida muy notable experimentó otra onza acuñada en Méjico por Fernando VI (lote nº 363) que partía de 6500 euros en el catálogo, con una estimación de 8500 y se ha adjudicado en 13000. Entre las piezas sin vender, sin embargo, encontramos un ejemplar de 80 reales de Isabel II de la ceca de Barcelona (lote nº 563), con un precio inicial de 1800 euros; quizás tras el espectacular éxito de ventas de la recientísima subasta monográfica dedicada a la soberana en esta misma firma de Áureo & Calicó, el mercado ha quedado saturado por un tiempo. Como viene siendo habitual en las últimas subastas, no podía faltar la sorpresa en forma de subida espectacular en la sección de moneda extranjera. En esta ocasión ha sido con dos piezas chinas: la nº 687, que partía de 120 euros y se ha adjudicado en 1900, y l nº 700, que ha subido desde los 150 euros iniciales hasta rematarse en 1300. En resumen, una subasta con un porcentaje de ventas, una vez más espectacular, ya que ha superado el 90%, si bien con remates que, salvo en raras ocasiones, han quedado muy por debajo de las estimaciones iniciales.
Autor/a: Redacción