El remate celebrado el pasado jueves 16 de octubre en Madrid se saldó con un buen porcentaje de ventas y algunas subidas muy destacables. Les ofrecemos un resumen de las mejores adjudicaciones.
El Hotel Convención de Madrid albergó la pasada semana las dos sesiones de la subasta en sala que vienen celebrando cada año conjuntamente las tres veteranas firmas barcelonesas y madrileña. En consonancia con la calidad de los lotes que salían a la puja, el resultado general fue positivo, con un buen porcentaje de ventas y algunas subidas destacables de los que les ofrecemos un breve comentario.
El remate se inició puntualmente a las 11:30 horas con el capítulo de moneda antigua, que se saldó con un alto porcentaje de ventas, especialmente en el apartado dedicado a los denarios republicanos, una sección que siempre tiene una buena acogida entre los coleccionistas. La hermosa octodracma ptolemaica que salía como lote nº 20 se quedó en sus 7.000 euros de salida. Por el contrario los áureos romanos subieron bastante, destacando la adjudicación en 8.700 euros de éste, emitido a finales de la República por A. Hirtio (lote nº 157), cuando su precio en catálogo era de 6.500.
Avanzamos en el catálogo hasta llegar a la moneda visigoda, en la que el tremís acuñado por Sisebuto en la ceca de Senabria (lote nº 274) se cuela entre los remates más altos de la subasta, aunque se quedara en sus 9.000 euros de salida. Para las subidas más llamativas tenemos que llegar al capítulo de emisiones andalusíes, que tuvo una muy buena acogida. De ellas queremos destacar este pequeño quirate o medio quirate (lote nº 386), una modesta pieza pero muy rara, que vio cómo subía su precio desde 300 euros en catálogo hasta 1.000 de remate. Muy por encima se situaron piezas de oro como el medio sólido anterior a la reforma (lote nº 411), adjudicado en 3.350 euros, y el lote de dinares califales.
Pasamos a los reinos cristianos, donde encontramos el alfonsino de oro acuñado en Nápoles por Alfonso V (lote nº 442) que subió en la puja de 3.000 euros de salida a 4.400 de remate, al que acompañan en el podio de las monedas medievales mejor adjudicadas dos doblas de 35 maravedíes de Pedro I (lotes 465 y 467), rematadas en 3.900 y 3.450 euros, respectivamente.
El inicio de la amonedación española moderna que marcan las series de los Reyes Católicos suele obtener muy buenos resultados en las subastas. En esta ocasión se llevaron la palma las piezas de dobles excelentes. El primero (lote nº 500) pasó de 2.500 en catálogo a 4.450 de remate; poco después los de Toledo (lotes nº 502 y 503) se remataron en 9.000 y 9.500, partiendo ambos con una puja mínima de 9.000 euros.
La sesión de mañana concluía con el remate del capítulo dedicado a las emisiones de Carlos II y entre ellas encontramos una de las grandes subidas de la subasta. La onza que estamos viendo (lote nº 557) acuñada en Lima en 1700, pasó tras una animada puja, de 4.000 euros en catálogo a 9.200 de martillo.
La subasta se reanudaría a las cinco de la tarde con los borbones, y, en línea con lo visto en la sesión matutina, las grandes piezas de oro del imperio coparon los mejores resultados. Como ejemplo se pueden citar los dos escudos de Méjico de 1713 (lote nº 1038), que subieron de 3.000 euros a 4.500 euros y, sobre todo, esta otra onza de Lima (lote nº 1041), en esta ocasión ya del año 1702 y a nombre de Felipe V. Su puja mínima estaba fijada en 3.800 euros que se convirtieron en 8.400 de remate.
También hubo buena acogida para los ocho escudos mejicanos, que superaron en algunos casos los 5.000 euros de remate, como fue el caso del lote nº 1049, del año 1744, con salida en 3.900 euros y adjudicado en 5.250, o el que vemos (lote nº 1047), de 1713, que hizo caer el martillo en 7.200 euros frente a sus 6.000 de inicio en la puja.
De las series de Fernando VI destacaríamos la subida del escudo de Méjico de 1753/2 (lote nº 1080), que pasó de 500 euros en catálogo a 1.300 de remate; los cuatro escudos de esta misma ceca del año 1759 (lote nº 1082: de 2.800 a 4.200) y, de nuevo, otra onza de Lima, la de 1750 (lote nº 1085), que salía con un precio en catálogo de 3.500 euros y fue adjudicada en más del doble: 7.800 euros.
A partir de esta segunda mitad del XVIII no se vieron subidas excesivas en el resto de capítulos. La mayoría de los lotes que partían con mayor precio no se despegaron excesivamente de sus precios de salida, como sucedió con la onza de Madrid de 1789 (lote nº 1214), que se quedó en sus 7.500 de salida, al igual que los 320 reales de Fernando VII (lote nº 1255), rematados en sus 9.000 de catálogo.
Una de las piezas estrella de esta subasta era un duro de 1869 (lote nº 1405) como se sabe, emisión rarísima por constar únicamente de cien ejemplares. Su precio de salida a subasta era de 15.000 euros y fue adjudicada en 15.500.
Tras la moneda española el catálogo sacaba a subasta casi dos centenares de moneda extranjera, en los que volvieron las subidas. Así vimos cómo una pieza de 5 dólares chinos batida en Yunnan en 1919 (lote nº 1535) era rematada en 2.100 euros frente a los 1.200 en que se ofertaba de inicio, o los 3.650 euros alcanzados por uno de los raros ejemplares de 5 Gulden acuñados en la ciudad de Danzig en 1923.
Esta sección incluía un importante conjunto de moneda estadounidense, que registró algunas notables subidas de los múltiplos de dólar. Por ejemplo, los 10 dólares acuñados en California en 1852 (lote nº 1592) pasaron de 2.000 euros de inicio a 4.800 de remate: los 20 dólares de Carson City de 1899 (lote nº 1629), subieron de 1.300 a 2.000 euros y en 4.300 se adjudicaron los 10 dólares de San Francisco de 1914 (lote nº 1622), que salían en sólo 1.200.
También hay que reseñar el remate del ducado de Milán acuñado por Galeazzo Maria Sforza (lote nº 1673), acuñado entre 1466 y 1476, muy raro y sin circular, que subióde 3.500 de salida a 4.750 de remate.
La subasta terminó con un pequeño capítulo dedicado a billetes, apenas una veintena de lotes, pero que se vendió en su práctica totalidad y con adjudicaciones que en bastantes casos superaron el doble de la puja de inicio. Por citar únicamente el remate más alto, les mostramos este billete de Cuba de 50 pesos, emitido el 10 de julio de 1869 (lote nº 1733), que se adjudicó en 2.500 euros cuando su precio en catálogo era de 1.200.