Tanto el catálogo general como el Princesa de Éboli han saldado sus subastas con altísimos porcentajes de ventas y subidas muy destacables. La firma barcelonesa ya ha publicado el catálogo de su subasta de noviembre, la colección O´Callaghan, dedicada en exclusiva a emisiones de Isabel II, que se rematará en sala el próximo jueves 10.
Los pasados 19 y 20 de octubre tuvieron lugar los dos remates en sala que la firma barcelonesa Áureo & Calicó había programado para este mes, el primero un catálogo general y el segundo, con el título de Princesa de Éboli, un monográfico de las acuñaciones de Felipe II. Una vez más ambos se saldaron con unos resultados excelentes, como prueban que el porcentaje de ventas superó el 90% del total y que se sucedieron las subidas fuertes en los precios de las adjudicaciones.
A continuación vamos a ver algunas de estas adjudicaciones, comenzando por las de la subasta general. Por seguir el mismo orden de los remates, para empezar hay que mencionar el buen resultado obtenido por el oro romano, plasmado en remates como el de este áureo de Cestio y Norbano (lote nº 1013), que subió de 8.000 euros en catálogo a 11.600 de martillo.
También reseñables con los 7.900 euros obtenidos por el áureo de Aelio (lote nº 1038), partiendo de 6.000 en catálogo, o los 7.400 de este otro de Herennia Etruscilla (lote nº 1066), que partía de 4.300 de salida. En cambio, el magnífico sólido de Procopio, que salía como lote nº 1071 no se vendió.
La moneda de la Hispania antigua también recibió una excelente acogida por parte de los coleccionistas, especialmente en las acuñaciones ibéricas y celtibéricas. Vean como ejemplo los remates del denario de Ausesken (lote nº 1084), que pasó de 900 de salida a 2.200 de remate, y a continuación el de Belikiom (lote nº 1085), subiendo de 1.000 euros de puja mínima a 2.600 de martillo.
No solo la plata vio estas subidas tan destacadas, ya que el as de Roturkom (lote nº 1107), una pieza de enorme rareza pasó de 2.000 euros en catálogo a 2.500 de adjudicación.
Pasamos al gran capítulo de emisiones de los reinos cristianos, en el que se sucedían los ejemplares de gran valor, especialmente entre las de Castilla y León. Entre los primeros lotes de este apartado se encontraba este precioso medio maravedí de Alfonso X (lote nº 1164) acuñado en el taller de Sevilla, rarísimo y en excelente estado de conservación, cuyo precio subió desde 5.000 euros de puja mínima hasta nada menos que 11.000 de martillo.
Tampoco desmerece la subida que vivió esta otra moneda del mismo monarca, el cuarto de maravedí con reverso de seis líneas (lote nº 1165), de la ceca de Murcia, que desde 1.200 euros de catálogo realizó 5.500 de remate.
Más moderados se mantuvieron los precios de las grandes piezas de Enrique IV, si bien algunas partían ya de cifras de cuatro dígitos. Los lotes 1169, 1171, 1172, 1173 y 1175 se adjudicaron en sus precios de salida. El lote 1170, que salía a la puja desde 25.000 euros, no se vendió, mientras que subió ligeramente -de 8.000 a 9.000 euros- el medio enrique de la ceca de Villalón (lote nº 1174).
Esta vez Alfonso de Ávila superó a su medio hermano al conseguir rematar esta dobla de Sevilla de la antigua colección Carles Tolrà (lote nº 1183) en 13.700 euros, cuando su precio en catálogo era de 12.000.
Aunque los resultados de ventas han sido excelentes en todos los capítulos, para volver a encontrar subidas tan altas y llamativas hemos de avanzar hasta las grandes piezas de oro de la dinastía de los borbones. Así, estos ocho escudos de la ceca de Santiago (lote nº 1542), acuñados para Fernando VI en la ceca de Santiago, pasaron en la puja de 5.000 de salida a 7.700 de martillo.
Y estos otros de Carlos III (lote nº 1598), acuñados en Méjico en 1769, considerados la onza más rara de esta ceca y reinado, se adjudicaron en 9.000 euros cuando su precio de inicio era de 5.000.
Entre las adjudicaciones más altas del remate hay que mencionar también la de estos 320 reales de Fernando VII (lote nº 1735), del año 1823, muy raros, que subieron de 8.000 a 8.600 euros.
Finalmente, las 25 pesetas de oro de Alfonso XII (lote nº 1883), de 1881, del primer tipo alfonsino sin barba, que es considerada la moneda más rara del denominado Centenario de la Peseta, alcanzaron los 31.500 euros de remate, si bien su precio de salida era ya de 30.000.
Los excelentes resultados tanto de porcentaje de ventas como de subidas en las adjudicaciones se repitieron al día siguiente en el remate de la colección Princesa de Éboli, dedicada a las acuñaciones de Felipe II.
El primer gran apartado de este remate estaba dedicado a las emisiones de las cecas peninsulares y americanas y hay que decir que aquí se produjeron pocas subidas destacables. Entre las adjudicaciones más importantes hay que mencionar las de las monedas nº 35, 36 y 37, que se consideran ensayos o pruebas para las piezas de 2 cuartos (lote nº 35) y cuatro cuartos (lotes nº 36 y 37) de la ceca de Cuenca, que pasaron de 900 euros cada una a 1.400, 1.600 y 1.800, respectivamente.
También hay que mencionar esta rarísima cuádruple corona de Valencia (lote nº 317), en excelente estado de conservación que desde una puja mínima de 4.000 euros alcanzó 5.800 de adjudicación.
Y la excepción al comentario que hacíamos antes acerca de las escasas subidas llamativas de este capítulo, llegó de la mano de uno de los últimos lotes: estos ocho reales inéditos de la ceca de Valladolid (lote nº 342), considerados pieza única, con varias rectificaciones en fechas y marca de ensayador, tanto en anverso como en reverso. Su precio de salida a subasta era de 4.000 euros que se convirtieron finalmente en 9.000 de martillo.
Pero donde realmente se vieron las alzas de precios más potentes fue entre las acuñaciones de las cecas de territorios europeos. Por encima de todas destaca la de esta rarísima corona de oro de Arras (lote nº 535), en excelente estado de conservación, que cuadriplicó su precio de salida de 4.000 euros al ser rematada en 16.000.
Porcentualmente mucho más alta fue la subida de este escudo felipe de la ceca de Brujas (lote nº 553), de 1558, con un rarísimo resello de Y coronada, que salía a subasta en 900 euros y consiguió un precio de martillo de nada menos que 8.000.
Este otro rarísimo escudo felipe, esta vez acuñado por la ciudad de Middleburg en 1581 (lote nº 579), pasó en la puja de 1.200 euros en catálogo a 5.200 de adjudicación.
Entre los táleros obsidionales que salían a subasta, hay que destacar el remate de este (lote nº 596), emitido en Campen en 1578 para pagar a las tropas españolas. Su precio subió de 1.200 euros en catálogo hasta 4.200 de martillo.
El mejor final para este remate llegó con el último lote, un ángel (lote nº 633) de la ceca de Londres, raro y en muy buen estado de conservación, por el que se había fijado una puja mínima de 3.000 euros, que se convirtieron en 4.600 de martillo.
Tras estos excelentes resultados, en Áureo & Calicó no se dan tregua y ya han publicado el catálogo de la que será su próxima subasta: la colección O’Callaghan de monedas de Isabel II, que se rematará el jueves 10 de noviembre y de la que les hablaremos en nuestra próxima actualización de esta revista digital. Pueden consultar el catálogo completo de esta subasta pinchando sobre el anuncio de la firma junto a estas líneas o en el siguiente enlace: www.aureo.com.