La primera subasta numismática en sala de este año de las firmas barcelonesas se salda con un alto porcentaje de ventas. Las grandes piezas de oro del imperio español obtuvieron las mejores adjudicaciones de la sesión.
El pasado jueves 25 de febrero, Barcelona albergó el primero de los remates en sala de las prestigiosas firmas Martí Hervera, Soler y Llach de los cinco que tienen anunciados este año 2016. Un buen estreno, ya que el porcentaje de lotes adjudicados alcanzó prácticamente el 85% del total, y superó el 90% en algunos capítulos como el dedicado a moneda extranjera. No hubo subidas llamativas, de esas que siempre destacan por lo inesperado, aunque sí una muy buena acogida en general de los coleccionistas a esta variada oferta de casi mil doscientos lotes que se sometía al veredicto del martillo.
Estos buenos resultados comenzaron ya con la moneda griega, primer capítulo del remate, donde la tetradracma de Acanto (lote nº 9), pasó de un precio de salida de 3.500 euros a una adjudicación de 5050 y la estátera áurea de Cízico (lote nº 21) subió de 3.500 en catálogo a 4.400 de martillo. Aunque el mejor resultado lo obtuvo esta octodracma ptolemaica acuñada a nombre de Arsínoe II (lote nº 22A) que alcanzó 7.800 euros.
No hubo sorpresas en el capítulo de moneda hispánica antigua ni en el de las acuñaciones romanas, donde el mejor remate recayóen el miliarense de Arcadio (lote nº 125), aunque se quedara en sus 3.500 euros de salida.
Pasaría lo mismo con los apartados de moneda bizantina, visigoda y medieval, tanto andalusí como de los reinos cristianos, con buen porcentaje de ventas pero subidas moderadas, y habría que esperar una vez más a la llegada del capítulo de monarquía española para ver pujas más altas. Por ejemplo, estos bonitos ocho reales de Sevilla (lote nº 309) acuñados para Felipe V con fecha 1709/8, pieza muy rara y en excelente estado de conservación, subieron desde 2.500 euros de salida hasta 3.600 de remate.
Posiblemente una de las subidas más notables de la subasta es la de este ejemplar de dos escudos (lote nº 318)acuñado en Lima en 1703, con color y brillo originales y en estado de conservación sin circular. Su precio en catálogo era de 2.500 euros pero el precio de martillo fue finalmente de más del doble: 5.600 euros.
Otra subida importante se vivió con otra moneda de oro del mismo año, pero en este caso se trataba de los ocho escudos de Sevilla (lote nº 326), raros y en excelente estado de conservación, cualidades que hicieron subir su precio desde 3.200 euros de puja mínima a 5.800 de adjudicación.
En la misma línea de fuertes subidas porcentuales, tenemos estos cuatro escudos de Fernando VI (lote nº 373) batidos en Lima en 1751, muy raros y en excelente estado de conservación, que partían de un precio en catálogo de 3.500 euros y fueron rematados finalmente en nada menos que 7.600.
En los 5.000 euros hizo caer el martillo esta onza también de Fernando VI (lote nº 378) acuñada en Nuevo Reino en 1757, pieza muy rara, en excelente estado de conservación y con restos de brillo original.
Ya con Carlos III encontramos estos cuatro escudos de la ceca de Lima (lote nº 472), del año 1763, rarísimos, que salían a subasta desde 9.000 euros de puja mínima, pero que no consiguieron alcanzar los cinco dígitos y se quedaron en 9.200. Algo más subió con respecto a su inicio la onza del mismo monarca de Méjico y año 1768 (lote nº 490), adjudicada en 5.200 euros.
Terminamos el repaso por la monarquía española con la moneda que ha conseguido la adjudicación más alta de toda la subasta: se trata de esta onza Fernando VII (lote nº 809), batida en el taller de Guadalajara en 1813, con salida en 10.000 euros, que finalmente hizo caer el martillo al llegar a 15.000.
Del resto de monedas y medallas españolas hay que decir que el porcentaje de ventas fue muy bueno, con subidas porcentualmente altas, aunque pocas alcanzaran las cifras de cuatro dígitos. En cualquier caso, los resultados evidencian la buena salud del coleccionismo de moneda española.
Y otro tanto cabe decir para la moneda extranjera donde, como comentamos al principio, el porcentaje de lotes adjudicados superó el 90% del total. Entre las piezas de esta sección que obtuvieron mejor resultado tenemos este bello ejemplar de dos ducados acuñados en Baviera en 1618 para Maximiliano I (lote nº 1117), adjudicado en 1.850 euros, más del triple de su inicio.
Aunque el catálogo sacaba a la puja un buen surtido de moneda rusa, parece que estas emisiones ya no nos dan las sorpresas a las que nos tuvieron acostumbrados hace algunos años y sus subidas se han calmado. Aun así, pudimos ver cómo esta medalla de Catalina la Grande (lote nº 1175) pasó de unos modestos 200 euros en catálogo a 1.300 de remate.
Así la moneda extranjera puso el colofón a este remate, que esperemos marque una buena tendencia para el resto del año. La próxima subasta de Martí Hervera, Soler y Llach está anunciada para el próximo 5 de mayo, y de ella les daremos noticia como siempre desde esta página web.