Roma triunfa en la subasta de Jesús Vico

Roma triunfa en la subasta de Jesús Vico

Roma triunfa en la subasta de Jesús Vico 500 260 admin

La primera subasta de este año de la firma madrileña, celebrada el pasado jueves 28 de febrero, se cerró con muy buenos resultados de ventas y subidas espectaculares en el amplio capítulo de moneda romana que salía a la puja.

La moneda hispánica fue la encargada de dar comienzo una edición más a la subasta que la firma madrileña Jesús Vico SA realiza cada año en el mes de marzo y que este año se había adelantado ligeramente al 28 de febrero. Fueron un total de 132 lotes los que se sometían a la puja en esta sección, entre los que destacó la adjudicación de este as de Pax Ivlia (lote nº 104), en 1700 euros, frente a su precio de salida en 1200.

El ambiente y las pujas se animaron con la llegada del capítulo de emisiones romanas, que ofrecía entre sus primeros lotes dos magníficas didracmas de las series romano-campanienses. La primera de ellas (lote nº 170) con salida en 1500 euros, no vio caer el martillo hasta que se alcanzaron los 4000, mientras que la segunda (lote nº 171), pasó de 1000 en catálogo a 1500 de remate.

Esta fuerte subida sería la primera de otras muchas que se sucedieron en esta parte de la subasta y de las que les reseñamos las más llamativas. Por ejemplo, los 4400 euros alcanzados por este denario de la familia Cornelia (lote nº 219), con un espectacular triskeles con cabeza de Medusa en su anverso, y que salía a la puja por solo 600.

Otra adjudicación espectacular fue la de este otro denario de M. Pletorio Cestiano, con símbolo de anverso tridente (lote nº 260) que de unos modestos 175 euros de salida, pasó tras las sucesivas pujas a un precio final de 1050.

Por más de ocho multiplicó su precio de inicio este conocido denario con el Rapto de Europa en el reverso (lote nº 291), cuyo precio en catálogo era de 300 euros y se remató en 2500.

Y en términos similares hay que hablar de las subidas de del lote nº 296, ya de Pompeyo, pasando de 800 euros de inicio a 4700 en la puja, entre otras muchas.

Con la llegada de las emisiones imperiales, se vio que esta tendencia iba a continuar, a juzgar por la buena adjudicación de los lotes de conjunto, y, efectivamente, piezas como este denario de Tiberio (lote nº 348), se adjudicaron por cuatro veces su precio de salida, pasando de 1000 a 4200 euros.

Pero a pesar de los buenos resultados de la plata, en el Imperio las piezas de oro son imbatibles. Este áureo de Lucio Vero (lote nº 391) acuñado por Marco Aurelio en el año 163-164 d.C., partía con un precio de salida de 10000 euros que se convirtieron en 13500.

Y poco después, este otro, de Lucila, (lote nº 393) con la personificación de Pudicitia, la Castidad, en el reverso, que tenía un precio en catálogo de 9000 euros se remató en nada menos que 20000.

Frente a esto, parecen modestos los 8800 euros alcanzados por el áureo de Alejandro Severo (lote nº 399), cuyo precio de salida era de 7500.

Ya con la denominación de sólido, esta pieza de Constantino III (lote nº 410) de la ceca de Lugdunum, pasó en la puja de 250 euros de salida a 1100 de remate.

Otro capítulo muy interesante era el de la moneda visigoda, en el que encontrábamos una de las joyas de la subasta: este tremis (lote nº 418) acuñado por el rey Chintila en la rara ceca de Caliabria (Castelo de Calabre, Portugal), cuyo precio en catálogo era de 16000 euros y que consiguió subir hasta 18500.

Buena acogida también para las piezas andalusíes, con adjudicaciones como los 1350 euros que alcanzó este dinar de al-Mutamid de la taifa de Sevilla (lote nº 433), desde sus 500 en catálogo, o los 1700 de la dobla almohade que salía con el nº 434 y 900 euros de inicio.

Más floja estuvo la sección dedicada a las emisiones de los reinos cristianos peninsulares, puesto que los precios apenas despegaron de sus pujas mínimas y hubo que esperar a la llegada de las grandes piezas de los borbones para volver a ver adjudicaciones altas. Entre medias hay que decir que la exquisita medalla con la efigie de la princesa Juana, hija de Carlos V que salía a subasta con el nº 480, no se adjudicó.

Entre las piezas de ocho escudos con mejor salida hay que destacar el ejemplar acuñado en Lima en 1726 (lote nº 538), que pasó en la puja de 2500 euros iniciales a 4300 de adjudicación.

Ya en el siglo XIX, este raro duro (lote nº 625) acuñado en Lérida para Fernando VII en 1809 alcanzó un remate de 3500 euros frente a los 2200 con los que partía en catálogo.

Una de las grandes subidas de esta parte de la subasta fue la vivida con este ejemplar de 80 reales (lote nº 735) acuñados para Isabel II en 1836, que salía a la puja por solo 300 euros y multiplicó por ocho su cotización al caer el martillo en 2400.

Tampoco fue mal el remate de estas 25 pesetas de Alfonso XII (lote nº 792), de 1885, en conservación sin circular, que pasaron de 1000 euros en catálogo a 1900 en remate.

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