El remate que la firma madrileña celebró el pasado miércoles 6 de julio en el Ritz superó todas las expectativas alcanzando adjudicaciones extraordinarias tanto en moneda antigua como extranjera, pero especialmente en moneda española. A continuación repasamos los mejores remates de la subasta.
El pasado miércoles 6 de julio Cayón remató la temporada con una animada subasta celebrada en el hotel Ritz que se prolongó durante todo el día y en la que los resultados obtenidos no pueden ser menos que calificados de extraordinarios. Los casi 1.500 lotes que componían la soberbia venta fueron pasando por el veredicto del martillo ante un buen número de pujadores, tanto en sala como en internet, que respondieron a la calidad de la oferta de modo que el porcentaje de lotes adjudicados superó el 97% del total, con subidas, como veremos, muy por encima de los precios de salida.
La sesión se inició por la mañana con las monedas antiguas, un apartado en el que muchos ojos estaban puestos en la interesante colección de más de 150 sestercios del imperio romano, entre los que éste (lote nº 48), acuñado para Calígula, fue adjudicado en 6.000 euros frente a sus 2.500 de inicio en la puja.
Aunque los precios más elevados de esta primera parte los coparon los áureos, con remates como el de de Claudio (lote 58) rematado en 9.550 euros, el de Antonio Pío (lote 156) en 7.500 euros o el de Lucio Vero (lote nº 170) en 6.700 euros. Y muy por encima de todos ellos, esta magnífica pieza de Caracalla con el reverso del Sol en cuádriga (lote nº 186) que llegó a los 12.200 euros de martillo.
El siguiente apartado, el de la moneda extranjera, también acaparó enorme atención. Sin duda la estrella de la sesión fue el gulden de 1867 de Guillermo III de Holanda (lote nº 413) que, partiendo de 9.500 euros, se adjudicó tras una reñida puja en 35.000 euros (42.000 finales), récord para esta moneda en el mercado internacional.
La sesión de tarde reunía un conjunto excepcional de moneda española, empezando con uno de los mejores conjuntos de monedas recortadas puestos a la venta en los últimos años. Por mencionar sólo algunos precios alcanzados en los duros previos a la acuñación con cordoncillo, citaremos el remate del de Granada de 1597 (lote nº 552), vendido en 3.750 euros, partiendo de 750 en catálogo; el de Burgos de 1651 (lote nº 651), en 4.500 euros; el de Cuenca con la misma fecha (lote nº 653) en 5.800 euros, o el de Sevilla de 1623 (lote nº 751) adjudicado en 4.300 euros.
Aunque los duros peninsulares tuvieron una magnífica acogida, mención aparte debe hacerse de los americanos, especialmente los redondos de Potosí, como el de 1650 (lote nº 724) adjudicado en 4.900 euros; el de 1656 (lote nº 730), en 5.000; el de 1685 (lote nº 853) en 6.150, o el de 1700 (lote nº 870) en 7.200 euros.
El remate más alto entre este tipo de piezas lo comparten el redondo de Carlos II de Potosí de 1687 (lote nº 856) y el de Luis I del año 1725(lote nº 940), por los que las pujas alcanzaron los 8.300 euros de martillo, que si sumamos las nos dan un precio final de 9.960 euros para cada uno de ellos.
A pesar de estos excelentes remates, lo mejor estaba aún por llegar y lo hizo en la sesión de noche, en la que se pusieron a la venta cuatrocientas magníficas monedas. Según nos confesó Juan Cayón, encargado como siempre de dirigir la venta, “el mercado ha acogido increíblemente nuestra propuesta. Hoy ha quedado demostrada la fortaleza del mercado numismático en especial para las monedas importantes y la posición privilegiada de Cayón en el mercado internacional del más alto nivel. Estamos quizá ante una de las ventas más importantes de los últimos años por la calidad de las piezas ofrecidas y porque un buen número de monedas han batido el récord mundial en subasta con incrementos en ocasiones del 40 por ciento con respecto al anterior remate en otra subasta”.
Para terminar este breve comentario les ofrecemos de menor a mayor, el top 10 de los resultados, muchos de los cuales son récord en venta pública, unos números que parecen confirmar la óptima situación del mercado.
Dentro del conjunto de magníficas onzas recortadas peninsulares que salieron a subasta, la de Madrid de 1635 (lote nº 1150), ocupa el número 10 del ranking, gracias a sus 15.200 euros de remate (18.240 euros finales).
En el puesto número 9 encontramos el cincuentín (lote nº 1141) salido del Real Ingenio de Segovia en 1618, que subió desde 10.000 euros en catálogo a 18.200 de martillo (21.840 euros con tasas).
Una fuerte subida (desde 5.500 euros hasta 18250 de martillo y 21.900 finales), ha permitido a la onza de Madrid de 1729 (lote nº 1192) colocarse en el puesto número 8.
El número 7 lo ostenta la onza de 1697 de Lima (lote nº 1168), que ha obtenido un precio final de 24.000 euros (20.000 de martillo).
Esta media onza segoviana con fecha 1611 (lote nº 1142) se remató en más del doble de su precio de salida, que era ya de 10.000 euros, al hacer caer el martillo en 20.500 (24.600 euros finales) lo que la aúpa hasta el puesto número 6.
Las acuñaciones de los Borbones copan los 5 puestos más altos de este ranking, cuyo repaso iniciamos con los 8 escudos de 1768 de Méjico (lote nº 1267), que vivieron una subida estratosférica, pasando de 5.000 en catálogo a nada menos que 31.000 de martillo (37.200 euros finales).
Un puesto más arriba, en el 4, encontramos otra onza mejicana (lote nº 1235) aunque con fecha 1747, que más que duplicó sus 18.000 euros de salida, al ser rematada en 37.000 (44.400 euros finales).
Y ya, en posición de honor y marcando récords mundiales en subasta, tenemos en el tercer puesto la onza de Madrid de 1730 (lote nº 1193), adjudicada en 40.000 euros (48.000 finales) alcanzados tras una subida espectacular, ya que el precio de salida era de tan solo 5.000.
Otra onza de Madrid (lote nº 1231) la del año 1479, rarísima y en conservación casi sin circular, vio cómo subía su precio desde 18.000 euros de puja mínima hasta 62.000 de martillo (74.400 euros con las tasas).
Finalmente, con el primer puesto se ha alzado la magnífica onza de Guatemala de 1768 (lote 1244) gracias a los 76.000 euros que alcanzó tras las sucesivas pujas (91.200 euros finales) casi el doble de los nada despreciables 40.000 que se habían fijado en catálogo. Con estos resultados bien podemos decir que fue una noche de récords.