La última subasta de Künker, preludio de la feria de Berlín, se salda con un pleno de ventas en sus tres catálogos y espectaculares remates en moneda europea, especialmente en las emisiones alemanas y rusas.
La edición de este año de la Wolrd Money Fair de Berlín contó con una telonera de lujo: la magnífica subasta que presentó la veterana firma Künker y que tuvo lugar el pasado jueves día 2 de febrero. La oferta se presentaba en tres diferentes catálogos, el primero de ellos titulado “Rarezas numismáticas”, seguido de “La colección Salzburgo de Friedrich Popken” y “Rarezas rusas de alta calidad”, con un total de alrededor de 1200 lotes. En cada uno de ellos era posible encontrar piezas excepcionales tanto en monedas como en medallas.
El remate dio comienzo con los 74 lotes que componían el capítulo dedicado a la moneda de oro europea, con piezas desde la Alta Edad Media hasta el siglo XIX. Entre el notable conjunto de piezas francesas, 
hay que señalar la adjudicación lograda por un “Franco de caballo” de Carlos VII (lote nº 21), del año 1422, que partía con una estimación de 25000 euros y se remató en 70000.
Gran éxito también de las emisiones de Gran Bretaña, comenzando por un soberano de Isabel I (lote nº 32), 
adjudicado en 25000 euros, cinco veces más del cálculo inicial, o un estuche con una colección de once piezas de Jorge IV, valorado de inicio en 15000 euros y rematado en 55000 euros.
Hasta los 120000 euros subió una espectacular pieza 
de cinco ducados de oro acuñados en Vilnius (Lituania) para el rey Segismundo III en 1621 (lote nº 51), muy por encima de los 75000 estimados inicialmente.
La medalla joya fabricada con motivo de la victoria de Gustavo Adolfo II de Suecia cerca de Leipzig, durante la Guerra de los Treinta Años, que salía a subasta como lote nº 62, y que partía con la estimación más alta -80000 euros-, alcanzó finalmente los 110000.
Dentro de las emisiones correspondientes a los territorios de los Habsburgo y Austria, son mayoría los lotes que sobrepasaron en sus remates las estimaciones iniciales, algunos con subidas tan notables como la que experimentó la pieza de siete ducados acuñada por Rodolfo II (lote nº 94)
en 1611, con un valor calculado en 60000 euros y adjudicada finalmente en 85000; 
o la pieza de veinte ducados de Ratisbona (lote 199), procedente de una rarísima emisión conocida por sólo dos ejemplares, que superó ampliamente los 85000 euros de estimación hasta ser rematada en 135000.
También se vieron subidas espectaculares entre las acuñaciones de plata, y como muestra algunas piezas italianas: un tálero emitido en Messerano en el siglo XVI (lote nº 294), se adjudicó en 70000 euros cuando su estimación era de “sólo” 40000, 
y en valores semejantes se movió la pieza de cinco liras de Vittorio Enmanuel III de 1901 (lote nº 311), rematada también en 70000 euros.
Volviendo a los territorios de los Habsburgo, en dos de las piezas que han obtenido un mayor remate aparece el nombre de Carlos V. 
La primera es un rarísimo tálero de la ciudad de Nordhausen, del año 1556 (lote nº 642) que salía con una estimación en catálogo de 50000 euros y se ha adjudicado en 97500. 
La segunda de ellas es un Guldengroschen del principado de Pfalz, del año 1625 (lote nº 660) que, con una estimación similar, se alzó hasta los 125000 euros.
Estos altísimos remates hacían presagiar la buena acogida que recibió la colección de moneda de Salzburgo, cuyos lotes se vendieron en su totalidad también con subidas muy destacables. De todas ellas podríamos resaltar los 210000 euros en que se remató la medalla de oro de cien ducados (lote nº 1153), 
a nombre del arzobispo Andreas Jakob von Dietrichstein en 1747, único ejemplar en manos privadas y en perfecto estado de conservación.
Por último, siguiendo la tendencia de la subasta, el remate del catálogo de rarezas numismáticas rusas fue el final perfecto para un éxito total. Una vez más, las emisiones de los antiguos zares se han apoderado del trono de las piezas más caras. Y, una vez más, las estimaciones se han quedado muy cortas. Aunque a cualquier coleccionista o aficionado de a pie le parecerían un precio desmedido los 250000 euros que se estimaba que podría alcanzar uno de los espectaculares “rublos de familia” de Nicolás I, no ha debido serlo para quienes los han comprado por mucho más. El que partía con mayor valoración era el lote nº 1625, con fecha de 1836 pero acuñado en 1847, que se adjudicó nada menos que en 380000 euros, pero esto no es nada comparados con los 650000 euros que se han pagado por el lote nº 1621, 
del año 1835, y que, a priori, no era el más caro. No sabemos si se trata de un precio récord, pero difícilmente repetible, sí.
Así pues, con prácticamente la totalidad de los lotes vendidos (todos menos 7, es decir menos del 1%) y resultados tan espectaculares, no nos queda sino felicitar a la firma Künker por tan rotundo éxito y seguir disfrutando con la calidad de su oferta numismática. Künker ya nos emplaza para su subasta de primavera, que tendrá lugar en Osnabrück entre los días 12 y 16 de marzo, y para la que nos ofrece nada menos que cinco diferentes catálogos, que les comentaremos en próximas ediciones.
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