En el próximo remate en sala de la veterana firma madrileña saldrá por primera vez a subasta la dobla de cuarenta maravedíes de Pedro I. Pero no estará sola: la acompañan cientos de onzas y un magnífico surtido de moneda antigua y española.
Faltan pocos días para la cita con la nueva subasta en sala de Cayón que se celebrará en los salones del Hotel Ritz de Madrid el sábado 12 de diciembre a partir de las cuatro de la tarde. Sin duda la estrella de la subasta va a ser la dobla de cuarenta maravedíes de Pedro I, pero la oferta la componen un total de 845 lotes de moneda antigua y española, entre los que también brillarán centenares de piezas de ocho escudos. Muchos de ustedes habrán revisado ya el catálogo (disponible también en internet desde la página web de Cayón www.cayon.com o pinchando sobre su anuncio en la portada de esta revista), pero nosotros vamos a recordarles aquí algunas de las piezas más interesantes del remate.
Empezamos con la moneda griega y esta bellísima decadracma siracusana (lote nº 58) atribuida a Evainetos, aunque sin firmar. Destaca especialmente la cabeza de la ninfa Arethusa por su magnífico grabado, y se presenta en excelente estado de conservación. Su precio de salida se ha fijado en 8.000 euros.
La dobla de 40 maravedíes de Pedro I (lote nº 86) es una pieza única que ha dado origen a mucha literatura que intenta explicar, entre otras cosas, la razón de su anomalía metrológica -5 gramos, un peso nunca usado en Castilla- o su tipo de anverso. Todos los autores coinciden en percibir influencias europeas en ambos casos, tanto en la representación del rey de pie como en el peso, muy posiblemente debido a las alianzas que el soberano estableció con Eduardo, el príncipe de Gales. Una acuñación en oro así debe entenderse sobre todo como una forma de propaganda política destinada a la nobleza, y más en concreto a la extranjera que combatía en la guerra fratricida que se disputaba en Castilla y León.
Además de ser una pieza única, y una anomalía dentro del sistema monetario de su época, es la primera vez que esta moneda sale a subasta. Según citan Mozo y Retuerce en su obra sobre la moneda de oro en Castilla y León, se conservaba en la colección Collantes de Madrid, pero el próximo 12 de diciembre se podrá pujar por ella desde 75.000 euros.
Otra moneda de enorme rareza es este timbre de oro (lote nº 112) acuñado en Perpiñán por Juan I de Aragón, el Cazador (1387-1396). Este monarca creó durante su reinado dos nuevas denominaciones monetarias: el coronado de vellón y la que hoy tenemos aquí, el timbre de oro de Aragón, según ordenanza de 1394. Fue una acuñación muy reducida y que tuvo muy poco éxito, por lo que hoy en día se conservan escasísimos ejemplares. Los tipos tanto de anverso como de reverso son muy originales: en la cara vemos al monarca frontal, de medio cuerpo, vestido con una dalmática adornada con las barras de Aragón y llevando los distintivos reales. En el reverso, el escudo de Aragón, ladeado, lleva encima un yelmo rematado en una cimera en forma de dragón. La leyenda que lo rodea está inspirada en los Salmos de la Biblia. Se conocen dos variantes de esta emisión: en el primero, el que tenemos aquí, el retrato del rey parte la leyenda de anverso y de él, según el catálogo, se conocen dos ejemplares. El precio de salida que se ha fijado por esta moneda excepcional es de 15.000 euros.
Volvemos a Castilla y León para fijarnos en dos de las acuñaciones realizadas a nombre de Alfonso de Ávila, una dobla y un real (lotes 152-153), ambas del taller de Toledo, y que compiten en rareza. La dobla sale a subasta desde 4.000 euros, y por el real se puede pujar a partir de 3.500.
Pero si hablamos de rareza, no podemos dejar de mencionar el real sencillo de Segovia de 1587 (lote nº 277), pieza inédita de la que dio noticia el Dr. Glenn Murray desde estas mismas páginas de Panorama Numismático hace algunos meses. El enlace al artículo completo, que se reproduce también en el catálogo de Cayón, es el siguiente: https://panoramanumismatico.com/articulos/aparece-el-real-sencillo-de-felipe-ii-del-ingenio-segoviano/. Ahora por fin sale a subasta esta moneda y lo hace desde un precio de tan solo 1.000 euros.
Las emisiones de Austrias y Borbones componen la parte más numerosa del catálogo, con una continua sucesión de monedas en oro y plata de calidad, en altos grados de conservación y con una enorme variedad de fechas, cecas, grabadores, etc. De las acuñaciones en plata llamamos su atención sobre los reales de Segovia o los duros redondos de Potosí para Felipe IV (lotes 330, 331 0 333, por ejemplo). El que vemos, el lote nº 330, de 1650, rarísimo, tienen un precio en catálogo de 4.000 euros.
En cuanto a las onzas, es muy difícil seleccionar alguna pieza en especial de entre los centenares que se subastan en este catálogo, y no exageramos porque son más de doscientos cincuenta ejemplares de ocho escudos los que salen a la puja, pero vamos a quedarnos con sólo un par de ellos como muestra, empezando por esta rarísima onza (lote nº 443) batida en Méjico en 1708 para Felipe V sale a subasta desde 6.000 euros.
Y sin cruzar el charco tenemos esta otra de Sevilla (lote nº 705), acuñada ya para Carlos IV en 1791, también rarísima, por la que se ha fijado una puja mínima de 3.000 euros.
No hace falta decir que esto es sólo una pequeñísima muestra de todo lo que pueden encontrar en el catálogo, que continúa hasta las acuñaciones de Isabel II y el sistema de la peseta, y que cuenta con interesantes áureos imperiales romanos, más de un centenar de lotes de emisiones de los Reyes Católicos, o variadas acuñaciones de la Grecia antigua.