El próximo 8 de octubre la firma sacará a subasta en Zúrich tres catálogos, que suman poco más de setecientos lotes, pero con una oferta de moneda antigua muy selecta e interesante.
Una vez más la veterana firma internacional Numismatica Ars Classica nos ofrece una subasta con tal cantidad de piezas interesantes que es difícil hacer una selección, por más amplia que pudiera ser. La oferta, que se rematará en un mismo día, el jueves 8 de octubre en Zúrich, está dividida en tres diferentes catálogos que no suman más que 707 lotes, todos de moneda antigua de gran calidad.
El primero de ellos saca a la puja la primera parte de la colección Gasvoda, con un total de 191 lotes que van desde los últimos años de la República romana hasta el final de la dinastía flavia, sin duda una etapa monetaria muy atractiva y en la que tiene un especial protagonismo la época de los imperatores, una de las más apreciadas en el coleccionismo numismático.
De este periodo, este catálogo saca a subasta este áureo acuñado a nombre de M. I. Bruto con Casca Longo en una ceca móvil (lote nº 23), una de las grandes rarezas de estas series. Esta moneda se considera la mejor conservada de su tipo y además ostenta un exquisito pedigrí que incluye su pertenencia al Kunsthistorisches Museum de Viena a finales del siglo XIX. Con todo ello, no se extrañen de que el precio no esté al alcance de muchos bolsillos: 400.000 francos suizos de puja mínima, con una estimación de medio millón.
También con un precio de cinco dígitos parte este áureo de Sexto Pompeyo (lote nº 31), muy conocido por ser una clara plasmación en la moneda de la propaganda dinástica de la familia, gracias a los tres retratos que figuran en ella. Sale a subasta a partir de 100.000 francos.
La victoria en Actium y la conquista de Egipto son recordadas en este áureo de Augusto (lote nº 46), de la que sólo se conocen cuatro ejemplares y únicamente dos en manos privadas. Una moneda en la que rareza numismática e importancia histórica se dan la mano no podía ser barata, claro, y el precio de inicio en subasta es de 72.000 francos suizos.
A partir de aquí, la selección de áureos alto-imperiales de esta colección es apabullante, pero tampoco faltan rarezas en los otros metales. Por ejemplo, este denario de Clodio Macer (lote nº 141), uno de los aspirantes al imperio que surgió en los convulsos meses posteriores a la caída de Nerón. (Sobre las monedas de Clodio Macer, pueden ver este enlace de 2012: https://panoramanumismatico.com/articulos/la-moneda-de-clodio-macer/). La puja mínima se ha fijado en 48.000 francos.
En bronce no nos hemos resistido a mostrarles este sestercio de Domiciano (lote nº 182) con un tipo de reverso que todos reconocemos, el anfiteatro Flavio o Coliseo. Aunque el estado de conservación de la pieza no es el mejor por la rotura del cospel, hay que tener en cuenta que se trata de una emisión conocida en la actualidad por solo una decena de ejemplares, de los que éste es uno de los tres que quedan en manos privadas. Todo ello implica que su precio de inicio sea de 32.000 francos.
El segundo de los catálogos que salen a subasta es la primera parte de otra gran colección, la de Ernst Ploil, con 159 lotes que van desde Nerva hasta finales del siglo III, es decir, enlazan cronológicamente con la colección anterior. En ella los áureos continúan teniendo un gran protagonismo, aunque las piezas de mayo rareza hay que buscarlas entre los antoninianos. Los breves reinados de Pacatiano o Jotapiano dieron lugar a emisiones rarísimas de las que se conservan poquísimos ejemplares (lotes 327, 328 o 329). De Jotapiano, por ejemplo, sale a subasta este antoniniano (lote nº 329) que parece ser una variante inédita, lo que explica su precio de salida de 10.000 francos.
También entre las piezas más raras de las acuñaciones de estos mediados del siglo III d. C. se encuentra el binio de Treboniano Galo (lote nº 331), con salida en 20.000 francos, o este áureo de Uranio Antonino (lote nº 334), muy raro y con un retrato de anverso muy bonito, por el que se puede pujar a partir de 36.000 francos.
Por último, el tercero de los catálogos es el más amplio de los tres (357 lotes) y el que, además de moneda romana, ofrece emisiones griegas y bizantinas. En cualquiera de estos tres grandes apartados es posible encontrar piezas interesantísimas de las que es casi imposible hacer una selección que resulte completa. Pero en ella no podía faltar una pieza siracusana, como esta preciosa tetradracma (lote nº 368) de c. 420-415 a.C., que sale a subasta desde 60.000 francos.
Entre las acuñaciones helenísticas hay que mencionar esta rarísima octodracma (lote nº 440) del rey seleúcida Demetrio I Soter, acuñada en Antioquia ad Orontes. Su precio de inicio en la puja es de 80.000 francos.
La muestra de moneda romana de este catálogo se inicia con la dinastía antonina, pero nosotros vamos a fijarnos en varias piezas ya del Bajo Imperio, todas ellas medallones en oro, como éste de dos sólidos acuñado en Tesalónica para Constantino I (lote nº 499), que podría tratarse de un ejemplar único e inédito, por el que se puede pujar desde 80.000 francos.
Con un peso de tres sólidos tenemos este otro medallón (lote nº 506), también posiblemente único e inédito, con la efigie de Constantino II césar y un original tipo de reverso con dos geniecillos sosteniendo una guirnalda. En este caso la puja mínima asciende a nada menos que 240.000 francos, con una estimación calculada de 300.000.
Cerramos el trío con este otro medallón, en este caso con peso de dos sólidos, acuñado en Antioquía y a nombre de Graciano (lote nº 515), al igual que los dos anteriores posiblemente único e inédito, con un tipo de reverso magnífico, cuyo precio en catálogo es de 60.000 francos.
Como verán una selección fuera de lo corriente en tres catálogos que los aficionados a la moneda antigua sin duda disfrutarán.