La firma madrileña cerró el año por todo lo alto con la subasta del pasado sábado 12 de diciembre: se adjudicaron la casi totalidad de los lotes y se vieron altísimas subidas en todos los capítulos.
Los salones del emblemático Hotel Ritz de Madrid albergaron una vez más la tarde del pasado sábado otra esperada subasta de Cayón, en la que se iba a sacar a la puja un magnífico surtido de moneda antigua y española. Los resultados no defraudaron porque el porcentaje de ventas rozó la totalidad (más del 98% de adjudicaciones) y las subidas porcentuales fueron altísimas. Por otro lado también hay que señalar que la dobla de cuarenta maravedíes de Pedro I, pieza única que salía por primera vez aquí a subasta como lote nº 86 a partir de 75.000 euros, no se adjudicó.
Así, descartada la favorita, ha habido muchas otras piezas que le podrían disputar el título de estrella del remata, empezando ya por el primer capítulo con las emisiones griegas. En ellas encontramos esta tetradracma siciliana de Camarina (lote nº 14) que vio cómo su precio de salida se multiplicaba prácticamente por diez: desde 1.200 euros en catálogo fue adjudicada en 11.000.
También alcanzó una cifra de cinco dígitos la decadracma siracusana (lote nº 58) atribuida a Evainetos, que partía a la puja desde 8.000 euros y alcanzó un precio de martillo de 15.000. Como saben, a todos estos precios de adjudicación hay que sumarles las comisiones.
Aunque, como hemos dicho, la dobla de 40 maravedíes no se adjudicó, sí lo hizo la de 35 maravedíes de la ceca de Sevilla (lote nº 90), que más que duplicó su precio de salida -2.400 euros- al hacer caer el martillo en 5.000.
De las raras acuñaciones realizadas a nombre de Alfonso de Ávila, la dobla (lote nº 152) se adjudicó en 7.000 euros frente a los 4.000 de salida, y el real, en 4.000, cuando su precio en catálogo era de 3.500.
Otra subida porcentualmente muy notable fue la de este doble excelente de los Reyes Católicos (lote nº 155), sin marca de ceca, en excelente estado de conservación, que cuadriplicó su precio de salida: de 1.000 euros subió a 4.000.
Aunque aún fue mejor la de este otro ejemplar de la misma denominación (lote nº 241), acuñado en el taller de Toledo, que realizó un precio de martillo de nada menos que 10.000 euros partiendo de solo 2.000, es decir quintuplicó su precio de salida.
También le fueron muy bien las cosas al real sencillo de Segovia de 1587 (lote nº 277), una pieza inédita hasta que dio noticia de ella Glenn Murray en esta misma web hasta hace muy poco https://panoramanumismatico.com/articulos/aparece-el-real-sencillo-de-felipe-ii-del-ingenio-segoviano/ , que salía a subasta desde 1.000 euros y fue adjudicada en 7.500.
Los redondos de Potosí acuñados durante el reinado de Fernando VI tampoco se quedaron atrás en esta dinámica de subida de precios y los lotes 330 y 331 se adjudicaron en 9.000 euros, frente a sus 4.000 y 3.500 de salida, y el número 333 subió de 2.750 hasta 6.000.
Y como colofón a este tipo de piezas, he aquí el duro redondo de Lima de 1736 (lote nº 437), acuñado pare Felipe V, que sufrió una subida espectacular pasando de 3.000 euros en catálogo hasta nada menos que 19.000 de martillo.
Con subidas así parece que hasta las onzas palidecen, pero no hay que dejar de lado adjudicaciones como los 4.500 euros obtenidos por estos ocho escudos acuñados en Nuevo Reino para Carlos III en 1771 (lote nº 518), partiendo de tan solo 1.500 en catálogo, o los 3.250 de estos otros de la ceca de Popayán de 1773 (lote nº 538), del mismo monarca, partiendo de un inicio en 1.250.
Como verán son muchos y muy variados los ejemplos que se pueden traer para ilustrar este exitoso remate de Cayón con el que cierran el año por todo lo alto.